1904, año de la inauguración de Boleyn Ground, el estadio del West Ham United. 2016, año en el que el equipo londinense jugó su último partido en dicho campo. 112 años de historia. Las ruidosas gradas del mítico estadio han podido disfrutar y sufrir con cada uno de los partidos que su equipo jugaba cada dos fines de semana en la famosa calle Green Street, en el este de Londres.
Boleyn Ground ha visto goles (de todos los colores), ha disfrutado victorias, ha llorado derrotas, ha sufrido peleas, los efectos de la lluvia, la nieve o el barro, la cerveza o el fish & chips derramados en sus asientos. Además, se ha enorgullecido con jugadores como Billy Bonds, Bobby Moore, Geoff Hurst (autor del hat-trick perfecto), Trevor Brooking, Vic Watson o Frank Lampard Sr. Incluso, ha sufrido el ataque de los bombarderos que arrasaron Londres en la Segunda Guerra Mundial.
112 años de historia dan para mucho y sus aficionados, conscientes de ello, quisieron dar la despedida que Upton Park merecía. El espectacular ambiente y entusiasmo que se disfrutó el pasado 10 de mayo, tuvo que ser parecido al que debieron sentir los aficionados Hammers el día que la fortaleza abrió sus puertas por primera vez. La despedida fue digna del escenario en el que se realizaba. Goles, victoria, música y fuegos artificiales para despedir y dar el último adiós a la que fue su casa durante más de cien años.
De las muchas e inolvidables imágenes que nos dejó el West Ham-Manchester United, hubo una que me llamó especialmente la atención. Al finalizar el partido pudimos ver a Slaven Bilic (entrenador Hammer) llorando sobre el terreno de juego. Las lágrimas de Bilic no hacen sino reflejar, por un lado, el orgullo que es pertenecer a un club como el West Ham, y por otro, la pena y tristeza por abandonar Upton Park.
Con el cierre de Boleyn Ground se va otra gran parte de la esencia del fútbol inglés, es por eso que la gran mayoría de los seguidores estén en contra del traslado al nuevo campo Olímpico.
El llamado ‘fútbol moderno’ está, poco a poco, eliminando de los graderíos ese halo especial que tenía este deporte que amamos. El fútbol está cambiando, y su forma de verlo y entenderlo también. El West Ham lo sabe, pero es el precio que tienen que pagar si quieren que el club crezca. Es el precio que se le ha puesto a este deporte. Crecer económicamente para no hundirte deportivamente.
Bilic cries, Hammers cry and the old football cries.
🗓️ (11/05/2016)
BRITmanía Radio
