Las historias románticas en el fútbol nos sorprenden con equipos que protagonizan temporadas épicas. De repente, cuando menos se espera, un equipo da la campanada y asciende a una categoría superior. Nadie predice esas hazañas, que se forjan con valentía y determinación. Quizá algo similar ocurrió en Huish Park, aunque todo eso ya parece pertenecer a otro tiempo. Un ascenso, tres descensos… El tiempo ha volado, pero en Yeovil persiste esa herida abierta, aún sin cicatrizar.
Todo comenzó en 2013, cuando una victoria en la final del play-off frente al Brentford (2-1) les permitió ascender al Championship. Sin embargo, no pudieron afrontar la exigencia de la categoría. A pesar de fichajes de calidad, los esfuerzos de la directiva no fueron suficientes.
La salida de Paddy Madden, el ‘killer’ irlandés que optó por quedarse en League One, fue una de las claves. Siendo colistas, regresaron a la tercera división. Allí, la historia se repitió: nuevamente colistas. League Two esperaba. Sin embargo, un decimonoveno puesto fue suficiente para salvar la categoría.
Darren Way jugó un papel crucial en la mejora del equipo. El técnico inglés implementó su sistema 4-3-3 y dejó claro que cada jugador tenía un rol definido. Este esquema se mantuvo estable, reflejando el trabajo táctico de Way en el terreno de juego.
El estilo de juego de Darren Way se basa en una intensa presión desde la salida del rival, aprovechando la línea de tres mediocentros para crear ocasiones rápidamente. Los extremos, rápidos y con buen regate, son clave para recibir balones y definir. El delantero suele ser un jugador alto y fuerte, ideal para moverse en el área.
El inicio no fue sencillo, ya que el presupuesto limitado obligó a la directiva a fichar jugadores libres, de divisiones inferiores o cedidos por equipos de la Premier League. A pesar de una mala racha, la directiva mantuvo la confianza en Way, lo que llevó a una mejora notable.
Un factor clave en el buen ambiente del equipo es la convivencia de cinco miembros de la plantilla: Ryan Dickson, Omar Sowunmi, Otis Khan, Ben Whitfield y Alex Lacey, quienes viven juntos y comparten responsabilidades. Como comentó Dickson, “Esto nos ayuda a conocernos mejor y facilita la comunicación en el campo”.
La política de fichajes de Darren Way ha sido crucial para transformar al Yeovil. El 6 de diciembre marcó el aniversario de uno de los peores momentos del club, cuando ocupaban la vigésima cuarta posición en 2015. Un año después, el equipo se encontraba sexto, en puestos de play-off, un avance significativo en su historia.
El Yeovil es un club modesto, pero están buscando ese impulso que los saque de League Two. La columna vertebral del equipo está funcionando perfectamente: Artur Krysiak (portero), Alex Lacey (defensa central), Kevin Dawson (mediocentro), Otis Khan (extremo derecho) y Ryan Hedges (extremo izquierdo). En una reciente entrevista de la BBC, cuando se preguntó por el jugador preferido de Darren Way, la respuesta fue unánime: Otis Khan.
El pakistaní ha sido una revelación en Huish Park. Tras formarse en el Sheffield United y pasar por el Barnsley sin muchas oportunidades, Way lo fichó a coste cero, una auténtica ganga. Con seis goles hasta la fecha, Khan se ha convertido en uno de los jugadores más valiosos del equipo.
Las previsiones para el Yeovil son realmente prometedoras. En la jornada 20, se encuentran décimos con 28 puntos, y el optimismo está en aumento. Darren Way ha logrado revertir la situación en tan solo un año, superando numerosas dificultades dentro de la plantilla. Con el equipo mostrando una mejora constante, se han convertido en serios candidatos para entrar en los play-offs. Espero no equivocarme, ya que historias como la del Yeovil siempre añaden un toque romántico al fútbol.
✍️ Pablo Cartas
🗓️ (16/12/2016)

Redacción Ligas Menores
