La última vez que el Brentford Football Club jugó en la máxima categoría del fútbol inglés, la futura reina Isabel II aún no había anunciado su compromiso con Felipe, Duque de Edimburgo, a quienes conocimos en detalle en la piel de Claire Foy, Olivia Colman, Matt Smith y Tobias Menzies en la galardonada serie de Netflix, The Crown. El descenso en la temporada 1946/1947, junto con Leeds United, decretaría el paso al ostracismo. Ya habían quedado atrás los años dorados de la década del ’30 en la que alcanzó el 5° puesto en su primera temporada en la historia en la élite inglesa.
Wembley es un escenario especial para los Bees. La Catedral del Fútbol fue el lugar de la vuelta a Primera, luego de derrotar (2-0) al Swansea, el sábado 29 de mayo, y fue el sitio del título obtenido de la London War Cup, en 1942. Poco tiempo después, comenzó la etapa del Brentford pululando en las divisiones del ascenso inglés. Después de 45 años, subió a Segunda División. Fue en la temporada 1991/1992, la misma en la que el Leeds United ganó su último título y el último torneo de First Division.
El martes 4 de agosto de 2020, el entrenador danés Thomas Frank juró volver a Wembley para lograr el objetivo, luego de caer en suplementario (2-1) con Fulham. Había sido una gran temporada del Brentford, finalizando tercero, con 81 puntos. Pero aquella caída ante los Cottagers, postergó el sueño de regresar a Primera División. No fue por mucho tiempo. Esta temporada 2020/2021, el equipo alcanzó un nuevo tercer puesto para disputar otro play-off.
La semifinal ante el Bournemouth fue increíble. El Brentford perdía la serie 2-0 (derrota como visitante y caída, parcial, como local), pero gracias a los goles de Ivan Toney, Vitaly Janelt y Marcus Forss torció la historia y ganó 3-2 en el global. Con el paso a la final consumado, Thomas Frank dijo: “Qué montaña rusa de emociones. Creo que solo el deporte y especialmente el fútbol pueden hacer eso”. Algo que dista -y en buena hora-, del espíritu racional y pragmático del dueño del equipo, Matthew Benham, para conducir el club, la política de contrataciones de jugadores y la gestión del rendimiento durante la temporada.
En el año 2001, Benham comenzó a involucrarse en el mundo de las apuestas y a trabajar como comerciante para Premier Bet. Posteriormente, creó su propia casa de apuestas, Smartodds, empresa que ofrece servicios de investigación estadística y modelado deportivo. Empezó el camino artesanal y meticuloso de datos y a evaluar algoritmos para establecer quién tenía más posibilidades de ganar. En 2011, también se transformó en el propietario del sitio web de apuestas Matchbook. Con ese arsenal en la mochila, entendió que podía usar e interpretar estos datos para construir planteles.
Cual ‘Moneyball’, película interpretada por Brad Pitt, Jonah Hill y Philip Seymour Hoffman, basada en la historia real de Billy Beane, gerente general del equipo Oakland Athletics, quien utilizaba las estadísticas avanzadas para fichar jugadores. “A Matt no le gusta que lo llamen así porque el fútbol es totalmente diferente al baseball”, decía Ricardo Larrandart, quien trabajó en Brentford por 10 años, durante una entrevista en julio de 2020.
Benham se convirtió en el principal sponsor del Brentford y, en 2012, compró la mayoría de las acciones para poder administrarlo a gusto, después de rescatarlos de un desastre financiero. Desde entonces, invirtió más de 100 millones de libras en la institución, mejorando la infraestructura del club y hasta construyó un nuevo estadio que reemplazó al histórico Griffin Park: el Brentford Community, con capacidad para 17.250 espectadores que fue inaugurado el 1° de septiembre de 2020. Pensar que por ascender, el club recibirá más de 170 millones de libras tras ganar el partido “más caro del mundo”.
Los Bees ascendieron de la League One al Championship en la temporada 2014/2015. Increíblemente, Benham despidió al entrenador Mark Warburton y al director deportivo y contrató un grupo de profesionales daneses.
Matt puso sus ojos en el país nórdico, en 2014. Benham compró al Midtjylland e implementó un sistema de objetivos y puntos esperados por juego para evaluar el rendimiento, con analistas observando cada partido. Todo eso y más: se evaluaba la condición física del equipo y en consecuencia ideaban programas de entrenamiento individuales para maximizar el potencial de juego. Dio sus frutos: ganaron la liga y se clasificaron para la Champions League, por primera vez en su corta historia.
En Brentford, Benham puso a funcionar la maquinaria al servicio de la contratación de jugadores. Neal Maupay llegó al equipo con 21 años, a cambio de 1.5 millones de euros. El delantero convirtió 25 goles en un año y fue transferido al Brighton… ¡en casi 20 millones! Algo parecido ocurrió con Scott Hogan, un chico que venía de las ligas regionales. En su segunda temporada marcó 15 goles, en 25 encuentros, y en 2017 se fue al Aston Villa, por 12 millones de libras. Con Ollie Watkins tocaron el cielo: llegó del Exeter City de League Two, en 2017, tuvo un rendimiento sensacional y se fue al Aston Villa, en septiembre de 2020, a cambio de 31 millones de euros.
El entrenador del ascenso, Thomas Frank, llegó al Brentford en 2016, luego de trabajar en el Brøndby de Dinamarca y en la selección U19 de ese país. Desde su llegada, la política de fichajes se inclinó hacia el mercado danés, fichando a jugadores como Christian Norgaard, Mathias Jenssen o Emiliano Marcondes (de raíces brasileñas).
La demostración más reciente de la exitosa política de fichajes es Ivan Toney. El delantero, que venía de realizar un gran trabajo con el Peterborough, marcó 33 goles en 48 partidos, transformándose en el máximo artillero en una temporada de Championship.
Racionalidad y pragmatismo para contratar. Comprar barato y vender caro. Sacar el máximo rendimiento de los futbolistas. Esta política contundente de gestionar el club se ajustó a la perfección con un entrenador capaz de lograr el objetivo. Con la flexibilidad que se caracterizan muchos técnicos de la actualidad, Frank varió del 3-4-3 al 4-3-3, pero siempre con ideas claras: dominar con la pelota, salir prolijo desde atrás, vertical, profundo y directo del mediocampo hacia delante. Un equipo fresco y ágil, integrados en su gran mayoría por jóvenes y con solo tres jugadores de 30 años o más. La medida justa es la que adapta a la línea de pensamiento que viene de arriba. Ese es el equilibrio del Brentford, que en agosto iniciará su camino en la máxima categoría, después de 74 años.
Cuando terminó el partido contra el Swansea, le preguntaron a Thomas Frank por el futuro: “Ahora mismo solo quiero emborracharme esta noche y luego mañana podemos pensar en la Premier League”, respondió el danés. Lo mismo habrán hecho y continuarán haciéndolo sus hinchas, en una ciudad de Londres que suma un nuevo equipo a la lista de pasajeros de la mejor liga del mundo.
Las abejas del oeste comenzarán a trabajar para que la próxima cosecha de miel sea la más dulce y nutritiva en la historia de Brentford FC, (quizás) el club más innovador del mundo.
🗓️ (05/06/2021)