La historia de la selección inglesa ha estado marcada por las decepciones. Esta vez esperan que la moneda caiga del lado de la Reina. Situémonos hace 55 años. Viajemos al año 1966.
En México, se inaugura el Estadio Azteca con un partido entre América y Torino que acabó en empate (2-2). Un estadio que 20 años después vería a Diego Armando Maradona alzar la Copa del Mundo tras la victoria de Argentina sobre Alemania Federal (3-2), en la final.
El Real Madrid gana su sexta Copa de Europa. Triunfo ante el Partizan (2-1), en Bruselas, con goles de Amancio y Serena. Peñarol se consagra campeón de la Copa Intercontinental por segunda vez, tras vencer al Real Madrid, mientras que el FC Barcelona alza su tercera Copa de Ferias (posterior UEFA).
En Wembley, el 30 de julio, Inglaterra gana su primer y único Mundial de fútbol tras vencer en la final a Alemania Federal (4-2), con un hat-trick de Geoff Hurst (West Ham, Stoke City, West Bromwich Albion), y un gol de Peters. Ocurrió ante 96.924 espectadores.
Esa fue, lamentablemente, la última vez que vimos a los Three Lions en una final de ‘Major Tournament’. Hablamos de un combinado que nos ha enseñado que las expectativas y la realidad pueden no darse nunca la mano. Hasta ahora.
Italia 1990 y Rusia 2018 fueron las dos veces que más cerca estuvo Inglaterra de plantarse en una final del Mundial. En 1990, Alemania Federal los echó en semifinales y la anfitriona les ganó en el partido por el tercer y cuarto puesto.
En el Luzhniki de Moscú, 2018, Croacia apeó a los ingleses con un gol de Mandžukić en la prórroga (109′). Tampoco se les dio el partido del tercer y cuarto puesto. Meunier y Hazard hicieron los goles belgas para que el Zenit Arena viera como los de Southgate acababan cuartos.
En 1996, Inglaterra era anfitrión de la Eurocopa, 30 años después de su victoria en el Mundial, y crearon una canción para la ocasión: “Football’s coming home”, rezaba el estribillo. No sé si les suena. Los de Terry Venables se creían favoritísimos y, a pesar de arrancar con un empate ante Suiza, las victorias contra Escocia (2-0) y Holanda (4-1) pusieron las expectativas en órbita. En cuartos de final, eliminaron a España y terminaron perdiendo en semifinales, ante Alemania.
Año 2000. Kevin Keegan como seleccionador. Owen, Beckham, Shearer, Scholes en el terreno de juego… Inglaterra quedó afuera en Primera Ronda. Rumanía, con un gol de Ganea en el minuto 89, los apeó antes de los cuartos de final.
Sven-Göran Eriksson era el entrenador en el año 2004. Portugal albergaba la Eurocopa. Y, precisamente, la anfitriona del certamen se encargó de mandar a casa a los Three Lions, en los cuartos de final. Aquel encuentro se decidió… ¡en la tanda de penaltis! Ricardo, el guardameta portugués, paró sin guantes el remate de Vassell y anotó ante David James el definitivo.
¿2008? Vieron a España alzar el título… desde casa.
Y llegó este 2021. Tras una pandemia mundial que obligó a retrasar la edición de la Eurocopa un año, y con una de las selecciones más estimulantes a nivel de nombres, que no de juego, los Three Lions volverán a probar las mieles de una final.
Enfrente estará Italia, una selección que ha deslumbrado por su juego, tan bonito como efectivo, que viene de sufrir muchísimo ante una España que le mostró el camino a Inglaterra para dominar a los de Mancini.
Será en el mítico Wembley, reformado eso sí, y ante una marabunta de aficionados que les arroparán y darán ese aliento cuando les falte. Southgate ha logrado crear un equipo rocoso, dificilísimo de batir y con tanto talento que cualquiera puede dañarte. Si fuera por nombres, seguramente Inglaterra sería ya campeona.
Pero el fútbol es tan bonito por historias como la de Dinamarca que, sin ser favorita de nadie sobre el papel, se plantó en semifinales sobre el césped. Eso, el verde, es lo que cuenta. Y ahí será, en casa, donde la selección inglesa espera que la moneda, esta vez sí, caiga de cara. Concretamente, la de la Reina Isabell II a poder ser.
🧑💻 Juani Guillem
🗓️ (09/07/2021)
BRITmanía Radio
