Casi sin querer, hablar de fútbol es hablar del Reino Unido. En las Islas, el balón es un arte y allí se empezaron a tejer las redes que lo han llevado a lo que es hoy. En 1863 se creó la Football Association (FA), primera organización del fútbol existente. Casi cien años después, en la Copa de Europa 1961/62, dos equipos británicos alcanzaron la fase final: el Tottenham Hotspur y el Glasgow Rangers.
El equipo escocés cayó en cuartos de final, mientras que el conjunto londinense supo avanzar hasta una histórica semifinal. Pasaron 57 años para volver a encontrar al Tottenham entre los cuatro mejores de Europa.
Veinte minutos, a pie, separan White Hart Lane del recientemente inaugurado Tottenham Hotspur Stadium. El nuevo ‘mastodonte’ londinense, levantado para reforzar la imagen de un club que en los últimos años ha sabido potenciar su imagen deportiva y empresarial, acogerá pronto un nuevo duelo de semifinales del máximo torneo europeo.
En 2019, la Champions League pone cara a cara al Ajax y al Tottenham por un lugar en la final. En 1962, la Copa de Europa puso frente a frente al Benfica y a los Lilywhites (con triunfo para los portugueses). En aquellos (buenos) tiempos, The Beatles sonaban fuerte en todo el Reino Unido, impactando al mundo desde Liverpool. En los cines, John Wayne pisaba fuerte con “El hombre que mató a Liberty Valance”. Solo unos meses más tarde, el mundo conocería que Garrincha podía relevar a Pelé y echarse a su selección a la espalda en Chile.
El Benfica conquistó la Copa de Europa 1960/61, mostrando su calidad ante el viejo continente. Bajo el mando de Béla Guttmann, el equipo lisboeta se impuso en el fútbol europeo con un estilo rompedor que el experimentado entrenador húngaro supo emplear con maestría, disponiendo de jugadores como Eusébio, Germano, Simões o Pereira. Un Benfica que chocaría en semifinales de la edición 1961/62 con los Spurs de Bill Nicholson.
Símbolo del equipo londinense como jugador y entrenador, William Edward Nicholson tomó los mandos de un Tottenham para la historia, cosechando la mejor clasificación de la entidad en Europa. En su camino, eliminó a equipos como el Feyenoord o el Dukla Praga y mostró un fútbol de una calidad inmensa. Una temporada antes, este equipo había logrado la First Division (actual Premier League) y la FA Cup.
En el campo internacional, solo la Recopa de 1963, con Nicholson en el banquillo y Jimmy Greaves como estandarte, pudo compararse a la sensación de lograr llegar tan lejos en la máxima competición continental.
Dos entrenadores innovadores (con escuelas bien distintas), estaban al frente de dos clubes revolucionarios. Y se medían en una semifinal a doble partido.
La historia quiso que Guttmann y sus chicos se llevaran el primer duelo en Lisboa. Los goles de Augusto (que marcó dos) y Simões, dejaron sin efecto el tanto de Smith. En la vuelta, el equipo londinense no se achicó en White Hart Lane, pero el marcador no logró ser contundente y quedó eliminado de una Copa de Europa que volvería a decorar la sala de trofeos del equipo portugués.
Solo a veinte minutos de ese estadio que vio irse a sus héroes de la competición ante el Benfica, el Tottenham tendrá una nueva oportunidad para hacer historia. Será ante un Ajax que ha demostrado el suficiente arrojo como para tomar en serio su propuesta.
Solo a veinte minutos del nuevo estadio del Tottenham, el equipo de Nicholson se encontró con el Benfica, para enseñar el camino a aquellos que, 57 años después, querrán volver a escribir su nombre en la historia.
✍️ Miguel Ruiz
🧑💻 Juani Guillem
🗓️ (28/04/2019)
BRITmanía Radio
