Dingwall es un pequeño pueblo de la zona de Tierras Altas (Highlands) en Escocia. Este municipio de apenas 5.500 habitantes puede presumir de tener a su equipo de fútbol en primera división, el Ross County. Un club muy humilde con uno de los presupuestos más bajos de la liga, pero que este fin de semana ha hecho correr ríos de tinta al coronarse como campeón de la Copa de la Liga escocesa por primera vez en su historia.
Y es que en Dingwall no se recuerda una campaña tan buena del club desde hace bastantes años.
El artífice de esta fantástica temporada que está haciendo el Ross County es el bueno de Jim McIntyre. Desde que suplió a Derek Adams en el banquillo todo son alegrías en el Global Energy Stadium. Un estadio que curiosamente tiene más aforo, 6.500, que residentes en la ciudad. Cuando al ex técnico del Queen of the South le encomendaron la labor de dirigir el banquillo del Ross County, tenía por delante la difícil misión de salvar al club del descenso a segunda división.
Con McIntyre al mando del cuadro norteño, éste se puso las pilas, reforzó sus líneas en invierno con nuevos jugadores y logró remontar los 7 puntos que le separaban de la salvación y evitar jugar el playoff de descenso, al finalizar en la novena ubicación.
Este curso, el equipo de las Highlands lleva los deberes al día ya que fueron previsores desde el principio. Durante el mercado estival reformó de arriba abajo la plantilla. Fichó jugadores de mucha proyección como Andrew Davies, Jackson Irvine, Richard Forster, Gary Woods, Brian Graham o Michael Gardyne. Estas nuevas caras, junto con las piezas fijas de años atrás, han conformado un gran equipo que ha ayudado a conseguir el objetivo de esta campaña, la permanencia (muchas jornadas antes de lo esperado).
Actualmente, el Ross County marcha en cuarta posición de la liga. Lo hace por mérito propio, tras firmar una asombrosa primera vuelta. Lograron vencer a equipos tan ilustres como Aberdeen, Dundee United o Inverness. Además, se mantiene regular al comienzo de 2016.
Jim McIntyre tiene a su regimiento en perfecto estado de revista. Ha conseguido formar un equipo que sabe muy bien a lo que juega al tener las ideas claras. Solidez defensiva con Davies y Paul Quinn en el eje de la defensa. Un centro del campo de muchos quilates con Irvine, Woods e Ian McShane moviendo la pelota con fluidez y calado en la medular. Y una delantera constituida por dos oportunistas como Alex Schalk y Liam Boyce que no perdonan ni una. Todo esto, aprovechando las jugadas de estrategia y afinando de cara a puerta, han sido las bases de un club que, sin ser superior a sus rivales, ha logrado sacar muchos partidos adelante.
Volviendo al presente, el trofeo de la Copa de la Liga ya luce en las vitrinas del Global Energy Stadium. Los Staggies no partían como favoritos para hacerse con el entorchado, pero se impusieron al Hibernian (2-1) con un gol sobre la bocina del holandés Schalk, cuando parecía que la final se decidiría en la prórroga.
En los primeros compases del encuentro pudimos ver a un Hibernian mejor colocado sobre el terreno de juego. El conjunto de Edimburgo llevaba el control, de la mano de Thomson y McGinn. Las mejores oportunidades de la primera parte estuvieron en las botas de un Jason Cummings muy activo en ataque, pero negado de cara a puerta.
De forma inesperada, tras una jugada aislada, llegaría el gol de Michael Gardyne para aventajar a los Staggies. El gol sentó como un jarro de agua helada a los Hibs que, sin embargo, restablecerían el marcador justo antes de llegar al descanso por intermedio de Liam Fontaine. En la segunda mitad, el combinado dirigido por McIntyre mejoró con la entrada de Graham y Murdoch.
Los minutos transcurrían y nadie acertaba a desequilibrar la balanza. Cuando todo parecía abocado a la prórroga, un contraataque precedido por un error de Fontaine terminó con el balón en los pies de un Alex Schalk que no perdonó y acabó decidiendo la final para delirio de Hampden Park.
Perfecta lectura del encuentro por parte de Jim McIntyre, que tiene contrato hasta el final de la presente temporada y es probable que firme una renovación antes de que venza el plazo. Habrá que ver hasta dónde pueden llegar los Staggies. Por el momento, la temporada ya es un éxito. Pelear por puestos europeos le queda bastante lejos, pero quién sabe a qué puede llegar a optar en el futuro este humilde equipo que viene haciendo las cosas tan bien de la mano de McIntyre.
👨💻 Juani Guillem
🗓️ (14/03/2016)