En Inglaterra son pocos los clubes que pueden presumir de vender bien. Muchos sacan pecho por su sistema de cantera, pero en lo que respecta a la capacidad para generar ingresos a través de traspasos, la lista se reduce drásticamente. Son casos contados, dispersos por la geografía británica. Uno de ellos es el Ilkeston. Este modesto club, ubicado en una ciudad del centro de Inglaterra, cercana a Nottingham, lleva con orgullo el nombre de su localidad y se ha ganado un lugar entre los especialistas en formar y proyectar talento.
En los suburbios del balompié anglicano, el nombre del Ilkeston no resuena con fuerza. Fundado en 2010, este joven club ha ido creciendo paso a paso hasta alcanzar la Northern Premier League. Su política de fichajes es tan sencilla como efectiva: captar jugadores descartados por otros equipos. Un método básico, económico y funcional.
Además, el club ha apostado con firmeza por el desarrollo de su cantera. La estructura del fútbol base funciona bien y se ha convertido en una pieza clave para garantizar el futuro de la entidad. Sobre esos dos pilares -apuestas modestas y cantera trabajada- se sostiene el Ilkeston.
En los últimos años, han pasado por sus filas futbolistas como Lejuan Simmons, Kane Richards, Daniel Udoh, Ashley Hunter o Kieran Wallace. De ellos, solo Hunter y Wallace llegaron desde categorías superiores. El resto aterrizó en Ilkeston desde diferentes rincones del fútbol inglés. Simmons, por ejemplo, ha recorrido varios equipos hasta regresar al club. Richards partió al Chester en el mercado invernal, mientras que Udoh, Hunter y Wallace acabaron recalando en clubes de League One: Crewe Alexandra, Burton Albion y Sheffield United, respectivamente.
Son futbolistas versátiles, rápidos, con facilidad para adaptarse a distintas posiciones. Hunter y Udoh destacan como delanteros con buena definición y habilidad para atacar espacios. Wallace, en cambio, no forma parte del frente ofensivo: se desenvuelve como mediapunta, con buena técnica y capacidad para organizar el juego.
El jugador más conocido que ha salido del Ilkeston es, sin duda, Che Adams. Su salto al primer plano comenzó con el traspaso al Sheffield United. En su primera campaña en League One mostró destellos de su potencial, marcando algunos goles en la segunda mitad de la temporada. Pero fue al año siguiente cuando realmente se destapó, firmando 12 goles hasta la fecha y atrayendo el interés de varios clubes importantes. Todo empezó en el Ilkeston, donde forjó su carácter y afiló su olfato goleador.
Junto a Adams, también destacan otras operaciones que demuestran la astucia del club en materia de ventas. Rai Simons, originario de Bermudas, fue adquirido por el Chesterfield, donde se ha hecho un hueco a base de rotaciones y rendimiento. Es un delantero rápido, con vocación de extremo, que esta temporada ha anotado cinco goles.
Otro caso a resaltar es el de Callum Chettle. Su pase fue inicialmente al Nuneaton Town, aunque en el mercado invernal recaló en el Peterborough United. Mediocentro defensivo con buen criterio para el pase y capacidad organizativa, aún se está haciendo su lugar en el equipo, con dos apariciones hasta el momento.
El Ilkeston representa esto: un club que sabe detectar talento donde otros no miran, que transforma jugadores anónimos en futbolistas listos para el siguiente nivel. Esa capacidad de fichar con precisión quirúrgica es una cualidad reservada para unos pocos, y el modesto club de Derbyshire ha demostrado con creces que la posee.
✍️ Pablo Cartas
🗓️ (30/04/2016)
Redacción Ligas Menores
