Estrella juvenil en Francia, el Liverpool le fichó siendo prácticamente un niño después de que la rompiera en torneos de selección U17. Su proyección parecía altísima, pero nunca llegó a cuajar en el fútbol de élite profesional del mismo modo que lo hizo en categoría juvenil. La historia de dos primos. La historia de Sinama Pongolle y Anthony Le Tallec.
Florent Sinama Pongolle nació en Saint-Pierre, Réunion, una isla cercana a Madagascar, que pertenece a Francia. Es conocida en el mundo del deporte por ser ese paraíso natural donde los surfistas tratan de coger algunas de las mejores olas en un mar infestado por tiburones. Hace no mucho, de hecho, algunos de los mejores del mundo trataron de movilizarse exigiendo al gobierno galo que diera caza a centenares de escualos para regular el sistema de unas aguas donde adentrarse se ha convertido en deporte de riesgo.
Desde muy pequeño, Sinama creció tirando paredes en los campos franceses con su primo, Anthony Le Tallec, que nació solo dos semanas antes que él. Ambos se enrolaron en las filas del Le Havre. Allí, fueron quemando etapas y asombrando a ojeadores de toda Europa, hasta que en el año 2001 la vida les cambió por completo.
Francia se presentó en la Eurocopa U17 como una de las claras favoritas y ahí Sinama-Pongolle dio la talla. Quiso la casualidad, que dos hombres que luego cruzarían sus vidas y sus caminos se midieran en la final. España y Francia lucharon por el título y al duelo definitivo llegaron Sinama y Fernando Torres igualados a goles (6). El tanto de penalti del entonces ‘9’ del Atleti le dio el título a España en los 90 minutos. ‘El Niño’ Torres fue elegido Mejor Jugador y Máximo Goleador de aquella cita.
Solo unos meses después, y también acompañado de su primo Le Tallec, Francia y Sinama se tomaron revancha y se alzaron con el Mundial U17 sin que nadie pudiera mostrarles una pizca de oposición. Con 9 goles, en seis partidos (marcó en todos los compromisos del torneo, menos en semifinal), Sinama se acabó llevando los premios a Mejor Jugador del Torneo y Máximo Goleador. Su primo, que jugaba en la mediapunta, justo por detrás de él, anotó solo tres dianas, pero lo hizo en las fases decisivas: marcó en cuartos de final, en semifinal y en la final. Ambos ocuparon las listas de los ojeadores de todo el viejo continente.
Pero el Liverpool ya había hecho el trabajo. El conjunto de Anfield le había echado el ojo a las dos perlas del Le Havre, justo antes del inicio de la cita mundialista. 4 millones de euros fue el precio que pagaron los Reds por dos muchachos que aún no habían cumplido los 17 años. El equipo inglés los dejó cedidos durante dos campañas en el club galo. Gracias a aquella operación, las dos instituciones llegaron a un acuerdo de colaboración para el traspase de posteriores jugadores.
Pero ninguno de los dos llegó a explotar cuando saltaron al máximo nivel. Si bien ambos arrancaron la temporada 2003/04 como futbolistas del Liverpool, la realidad es que la altísima competencia que tenían que enfrentar en esos años (con jugadores como Owen, Diouf, Cissé, Morientes, Crouch, Baros o Heskey -en el caso de Sinama- y Luis García, Kewell o Zenden -en el de Le Tallec-) provocó que en sus primeras dos temporadas apenas contaran con oportunidades.
Y el patrón que siguieron volvió a ser el mismo. Otra vez de la mano. Después de dos cursos y medio como futbolistas de refresco, ambos salieron a préstamo a otros clubes británicos para nunca volver a jugar con el Liverpool. Sinama (que disputó más de 60 partidos en el club de Anfield) vistió la camiseta del Blackburn Rovers, mientras que su primo (que superó la treintena de duelos) recaló en el Sunderland. Entre medias, una histórica UEFA Champions League en sus vitrinas, en una final recordada por todos en la que el Liverpool le dio la vuelta al marcador ante un histórico Milan, pero que no contó con la presencia de ninguno de los dos primos franceses en la convocatoria.
Tras su cesión, Sinama abandonó Inglaterra y se embarcó en una experiencia en España. Pasó con mucho éxito por el Recreativo de Huelva y llegó a fichar por el Atlético de Madrid, donde estuvo siempre a la sombra de Forlán y Agüero. Tiempo más tarde pasaría por otro histórico del fútbol europeo, el Sporting Clube de Portugal. Luego, recalaría en el Zaragoza antes de empezar por un carrusel de traspasos que le llevó a Suiza, Rusia, Escocia, Estados Unidos o Tailandia. Se retiró en 2019, jugando en La Reunión, en un equipo llamado JS Saint-Pierroise, que militaba en la sexta división del fútbol francés, y que ha tenido en sus filas a lo largo de su vida a históricos como Roger Milla, Payet, Djibril Cissé o Papin.
Sinama fue la estrella juvenil de Francia. Una de las mejores que ha tenido el combinado galo hasta llegar a la U21. En cambio, nunca pudo demostrarlo en la absoluta, ni en el máximo nivel. Solo jugó un partido con el primer equipo francés, en 2008, sustituyendo a Benzema.
Le Tallec, por su parte, pasó un año más en la disciplina del Liverpool, aunque jugó a préstamo en el Sochaux y no en Anfield. Su buen hacer allí le valió para granjearse una carrera en la primera división del fútbol francés, en equipos como Le Mans, Auxerre o Valenciennes.
Pasada la treintena experimentó en el fútbol griego para luego retornar a Francia, ya en campeonatos menores. Se retiró en 2021, aunque siguió jugando en equipos amateurs. Igual que su primo, después de ser una perla hasta la categoría U21, nunca llegó a ser lo que se esperaba de él en la élite. De hecho, nunca llegó a debutar con la absoluta. En mayo de 2023, mientras corría por un parque de Annecy para seguir en forma, su nombre volvió a la primera plana. Le Tallec fue testigo de un ataque terrorista en el que un individuo agredió con un cuchillo a una decena de civiles, incluyendo bebés.
👨💻 Juani Guillem
🗓️ (26/10/2023)