El fútbol moderno comienza a llevarse por delante a equipos históricos de la pirámide inglesa. El Scunthorpe United ha descendido de la English Football League (EFL) por primera vez en ¡72 años! Si un descenso ya es, de por sí, dramático en todos los sentidos, caer de League Two a National League lo es aún más. Significa salir del fútbol profesional y, con ello, perder las ayudas económicas que la Premier League y la EFL otorgan a los 92 clubes que conforman las cuatro primeras divisiones de Inglaterra.
Un poco de historia para poner todo en contexto. El Scunthorpe United fue fundado en 1899. En 1910, se fusionó con su rival local, el North Lindsey United, y pasó a llamarse Scunthorpe & Lindsey United, nombre que llevó durante casi cinco décadas, hasta 1958, cuando adoptó su denominación actual.
La historia del club siempre ha estado estrechamente ligada al destino del pueblo de Scunthorpe. En la década de 1950, la Revolución Industrial trajo prosperidad a la zona de North Lincolnshire. La riqueza en hierro y acero convirtió al lugar en un polo de atracción para trabajadores, y Scunthorpe experimentó un crecimiento exponencial.
Ese auge económico se reflejó también en el fútbol. Desde 1958 hasta 1964, el Scunthorpe United logró mantenerse en la Second Division. Pero la posterior desindustrialización marcó el inicio de una etapa difícil: la crisis volvió a golpear, tanto a la ciudad como al club, que terminó descendiendo a la Fourth Division en 1968.
En 2013, Peter Swann asumió el control del Scunthorpe United con la promesa de llevar al club hacia una mejor situación. Aunque contaba con una experiencia limitada en el mundo del fútbol -había invertido £1.5 millones en el Gainsborough Trinity de la National League North, con escaso impacto- su llegada generó expectativas. No obstante, vale la pena recordar que los años inmediatamente anteriores a su mandato habían sido los más exitosos en la historia moderna del club.
Particularmente, en la temporada 2006/07, el Scunthorpe United logró un hito memorable: se consagró campeón de League One con un impresionante récord de imbatibilidad y consiguió, por primera vez, el ascenso a la Championship. Todo esto bajo la dirección de Nigel Adkins, quien protagonizó una historia única. Adkins, que hasta entonces era el fisioterapeuta del club, fue nombrado técnico interino en noviembre de 2006, tras la salida de Brian Laws al Sheffield Wednesday. El presidente Steve Wharton confió en él, y esa apuesta dio frutos rápidamente. Meses después fue confirmado como manager, y en las tribunas de Glanford Park no tardó en sonar un cántico inolvidable: “¡Who needs Mourinho, we’ve got our physio!”
La figura indiscutida de aquella temporada fue un tal Billy Sharp, quien anotó 30 goles antes de ser traspasado al Sheffield United ese mismo verano. A pesar del gran rendimiento individual, el equipo no logró mantenerse en Championship y descendió nuevamente a League One.
En la campaña 2008/09, los Irons lograron un nuevo ascenso, esta vez tras vencer al Millwall en la final del play-off. El regreso fue más esperanzador: el Scunthorpe United consiguió conservar la categoría, pero el proyecto se tambaleó cuando, con apenas siete jornadas disputadas de la temporada 2010/11, Nigel Adkins aceptó una oferta del Southampton y dejó el club. Su salida desestabilizó al equipo y dio paso a una etapa de inestabilidad marcada por un constante cambio de entrenadores. Para la 2013/14, el equipo ya se encontraba compitiendo en League Two.
En la campaña 2016/17, el Scunthorpe United regresó a League One. Parecía que, al fin, el proyecto liderado por Peter Swann empezaba a rendir frutos. Sin embargo, todo apuntaba a que era una estabilidad frágil. Scunthorpe ni siquiera figuraba entre las 100 ciudades más pobladas de Inglaterra, y el club contaba con uno de los presupuestos más reducidos de toda la EFL. A pesar de ello, y de forma temeraria, el gasto del club superaba el 140% de sus ingresos totales.
La llegada del Covid-19 tuvo un impacto especialmente negativo en la institución. Como en todos los clubes, claro, pero el Scunthorpe United ya llevaba años viviendo por encima de sus posibilidades, y la pandemia fue la gota que colmó el vaso. Obligado por la situación económica, el club tuvo que aplicar recortes salariales, dar salida a los jugadores con sueldos más altos y completar la plantilla con una gran cantidad de jóvenes inexpertos.
En estos equipos de ciudades más pequeñas, el arraigo con el club suele ser profundo. Sin embargo, en este caso, el rápido crecimiento de Scunthorpe atrajo a muchas personas de fuera, que no sentían la ciudad como propia. Ese distanciamiento se notó, y mucho, en las gradas. En la temporada 2021/22, la asistencia media al estadio ni siquiera alcanzaba los 3.000 espectadores.
Con una deuda acumulada de £11 millones, y para evitar entrar en Ley Concursal, se produjo una maniobra controvertida: la venta del estadio por ese mismo importe a Cook Silk, una empresa independiente que, casualmente, también era propiedad de Peter Swann. La promesa oficial fue utilizar ese dinero para mejorar el recinto y construir un nuevo centro de entrenamiento. Sin embargo, los aficionados no lo vieron como una solución, sino como un despojo: sentían que les habían quitado lo último que les quedaba. La relación entre la propiedad y la hinchada, ya tensa, se rompió por completo.
En ese entonces, el Scunthorpe United se encontraba hundido en el último puesto de la tabla y con serios problemas para evitar el descenso. El entrenador, Keith Hill, no ayudaba a calmar las aguas: en varias ruedas de prensa llegó a declarar que la plantilla no era válida para competir en la categoría, mientras Peter Swann seguía prometiendo fichajes que nunca llegaron.
La tensión se trasladó a las gradas. En un partido contra el Forest Green, los aficionados colapsaron las puertas de entrada al estadio como forma de protesta hacia la directiva, exigiendo cambios y respuestas.
Finalmente, en abril, Peter Swann anunció su salida como propietario del club. Según sus propias palabras, lo hacía para rebajar tensiones y permitir que jugadores y cuerpo técnico se centrasen exclusivamente en lo deportivo. Aunque admitió que no tenía aún inversores concretos, aseguraba que dar un paso al costado le daría tiempo para buscar posibles compradores.
Pero ya era demasiado tarde. Nada pudo evitar el descenso del Scunthorpe United a la National League, cayendo fuera de la English Football League por primera vez en 72 años. Una caída histórica. Y sus hinchas temen por el futuro. Con ingresos cada vez más bajos por venta de entradas y sin las ayudas económicas que otorgan la Premier League y la EFL, la supervivencia del club está seriamente comprometida.
Como bien ha manifestado el Iron Trust, el Supporters’ Trust de la institución, “es mucho más fácil caer que resurgir”.
Ya perdimos al Bury, en 2019, víctima de una gestión desastrosa que lo llevó a desaparecer. Ojalá ese no sea el destino final de otra institución histórica como el Scunthorpe United Football Club.
🗓️ (09/06/2022)

Redacción Ligas Menores
