Con una superioridad apabullante y a falta de 4 jornadas para el final, el Celtic se volvió a coronar campeón de la liga escocesa. Los Bhoys cerraron la temporada 2022/23 con 32 victorias, 3 empates y 3 derrotas. Un total de 99 puntos y con 7 unidades por encima de un Rangers que lo intentó, pero no le dio.
Al buen hacer en la liga hay que sumarle la consecución de la Scottish Cup y la Scottish League Cup. De esta forma, el Celtic volvió a lograr otro triplete y ya van 8 a lo largo de su historia. Para entender un poco mejor la superioridad actual de este equipo, no está de más señalar que cinco de esos ocho tripletes han caído en los últimos 7 años.
El mérito fue de Ange Postecoglou. El talentoso elenco de nipones que ha juntado estas dos últimas temporadas, unido a sus buenas prácticas y la inteligencia con la que el greco-australiano lee los partidos ha sido trascendental para que los verdiblancos hayan vuelto a hacer pleno otra temporada más. En dos campañas, el Celtic de Postecoglou ganó dos ligas, dos Copas de la Liga y una Copa de Escocia. 5 de 6 trofeos domésticos.
Tal ha sido el mérito y el reconocimiento del técnico que no han tardado en venir cantos de sirena desde el sur del Reino Unido. El Tottenham apareció en escena y se quedó con los servicios del entrenador sin que a algunos escoceses les diese tiempo a digerir la resaca por la celebración del último triplete. Al menos se fue con la temporada acabada, los deberes muy bien hechos y tras una emotiva rueda de prensa.
Ante esta situación, la dirigencia del conjunto de Glasgow llamó a un viejo conocido de la casa. Un entrenador que ganó muchos títulos en Celtic Park, pero que se marchó por la puerta trasera: Brendan Rodgers.
Su legado en 3 temporadas a bordo del barco celta consta de dos tripletes, tres Ligas, dos Copas de la Liga, dos Copas de Escocia, el récord de puntos en una liga escocesa (106/112) y ser el primer equipo en terminar una temporada invicto desde que lo hiciese el Rangers allá por el siglo XIX (en 1899), cuando la liga solo tenía 18 partidos. Casi nada.
Desafortunadamente, Brendan Rodgers no pudo gestionar peor su salida. Después de las navidades de 2019, el Leicester City despidió a Claude Puel y se fijó en Rodgers para sucederle. El 25 de febrero el Celtic le daba permiso para negociar su salida y el 26 por la mañana ya posaba en Leicester con una bufanda azul. No se lo pensó demasiado y sin dar media explicación ni una rueda de prensa, con el equipo recién eliminado de Europa League por el Valencia, a tres días de los cuartos de final de la Scottish Cup y con un Rangers fuerte en liga, el norirlandés se bajó del barco súbitamente.
La afición no recibió nada bien esta salida. En las redes sociales se le llamó ‘rata’ hasta la saciedad, la gente se mofó de su poco exitosa etapa con el Leicester y en Parkhead ondeó una pancarta gigante que rezaba: “Cambiaste la inmortalidad por la mediocridad, nunca serás un ‘Celt’, siempre un fraude”. Veremos si vuelven a hacer las paces ambas partes.
Mientras tanto, el equipo conserva la estructura de la pasada temporada. Las únicas dos bajas sensibles son la de Jota, que se marchó al fútbol saudí dejando £25m en las arcas del club, y la de Aaron Mooy, que colgó las botas. Y en el apartado de arribos, el Celtic sigue pescando en Asia. Llegaron los surcoreanos Kwon Hyeok-kyu y Yang Hyun-jun y el japonés Tomoki Iwata. También tiene buena pinta el defensa polaco Maik Nawrocki.
Ahora, Brendan Rodgers debe recuperar el manual de ganar tripletes y afrontar la temporada con la misma ilusión que en su primera etapa. Delante tendrá al Rangers de Beale, que se ha reforzado y tratará de ponérselo difícil.
Luego de una pretemporada con saldo positivo, el comienzo de la Scottish Premiership 2023/24 no fue la excepción: debut con victoria (4-2) ante el Ross County. Un comienzo esperado para un Celtic que siempre es candidato a ganarlo todo.
👨💻 Juani Guillem
🗓️ (07/08/2023)
Redacción Escocia
