Alan Shearer, máximo goleador histórico del Newcastle y de la Premier League, ahora tiene una estatua en su honor frente a St. James’ Park. Llega tarde, pero finalmente ha llegado. El proyecto, que comenzó en 2007, estuvo paralizado durante años debido a la gestión de Mike Ashley.
La estatua de Alan Shearer parecía algo imposible, dada la tensa relación entre el exjugador (y parcialmente entrenador) y el dueño del club. Sin embargo, finalmente, la cordura prevaleció ante el despotismo de un empresario que, en sus intentos de destruir al Newcastle desde dentro, no ha logrado quebrantar el alma del club. La hinchada, firme y fuerte, ha mantenido al equipo a flote, incluso después de haber tocado la Championship en dos ocasiones en ocho años.
“Hoy hace 20 años que tomé la decisión más importante de mi vida. Volví a mi casa”, escribió el delantero hace solo mes y medio en redes sociales. Un mensaje similar al que compartió en su presentación, micrófono en mano, ante más de 30.000 aficionados que se dieron cita en las afueras del estadio, justo donde hoy su figura brilla en bronce.
El homenaje de Alan Shearer ante el Celtic, hace ya diez años, rememoró el mismo sentimiento de su llegada a Newcastle, un discurso que no ha cambiado con el tiempo. Nacido en la ciudad, Shearer desestimó jugosas ofertas, especialmente la del Manchester United de Ferguson, para unirse al club de sus sueños. A pesar de no haber podido jugar en su infancia debido a su estatura, Shearer se formó en Southampton y brilló en Blackburn, donde, como su futuro club, vivió una temporada mágica al ganar la liga, similar a la de Leicester en la actualidad.
Su legado como delantero habla por sí mismo. Bota de Oro de la Eurocopa, inclusión en su XI ideal, tres veces máximo goleador de la Premier, Balón de Bronce como tercer mejor jugador del mundo, y, por supuesto, el título de máximo goleador de la historia de la Premier League, entre otros logros.
El proyecto inicial de la estatua contemplaba que junto a Shearer estuviera Jackie Milburn, el segundo máximo goleador histórico de los Magpies. En 2007 todo estaba listo, pero se dio marcha atrás. Ha sido ahora cuando finalmente ha cobrado vida la figura de Shearer, aunque sin Milburn a su lado.
Con 206 goles, Alan Shearer sigue siendo el máximo goleador de la historia del Newcastle, una cifra inalcanzable hasta el momento. Un Geordie de corazón, Shearer representa lo mejor del fútbol de los Magpies. “Solo existe un Shearer, un Alan Shearer, nosotros caminamos cantando esta canción, caminamos en el maravilloso mundo de Alan Shearer”, resonaba en St. James’ Park cada domingo, y aún hoy, de vez en cuando, se escucha, porque Shearer siempre está, incluso cuando no está.
Su legado es imborrable. Rechazó al Barcelona cuando el Newcastle no encontraba rumbo, una decisión que marcó el rumbo de su carrera y la historia del club. Su icónica celebración, con la palma en alto, se vio en 206 ocasiones, grabada en la memoria de los aficionados. Año tras año, se consagraba como máximo goleador, demostrando su capacidad inigualable para anotar. Dejó la selección inglesa para entregarse por completo al Newcastle, un gesto de lealtad que pocos pueden igualar. Su último gol profesional mandó al Sunderland a la Championship, un acto simbólico que siempre quedará en los corazones de los Geordies.
Y su dolor, esa fatiga y ese desgarro cuando se rompió los ligamentos, es una imagen que nunca se olvidará, como tampoco su sacrificio al salir a lanzar un penalti en su partido homenaje, a pesar de la lesión. Y aunque no pudo jugar su partido homenaje por lesión, todos recuerdan cómo salió a lanzar un penalti.
Si algún día alguien intenta olvidarlo, la estatua erigida en su honor será un recordatorio eterno de su legado.
🗓️ (17/09/2016)

Redacción Premier League
