EL MÍTICO WEMBLEY

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Hace tiempo que tengo pendiente escribir sobre el estadio más mítico del fútbol: Wembley. Conocer su historia debería ser casi una obligación para cualquier aficionado. Estoy convencido de que muchos datos sorprenderán al lector.

En la década de 1880, la zona de Wembley Park ya albergaba campos de fútbol y cricket, además de espacios para el atletismo y otros deportes. En 1889, con la intención de fomentar el uso del tren, Sir Edward Watkin -director del Ferrocarril Metropolitano- impulsó la construcción de una gran atracción en la zona, conectada directamente con el centro de Londres por vía férrea.

Su ambicioso plan consistía en levantar una torre de 350 metros sustentada sobre cuatro enormes patas. Pero el proyecto se topó con dificultades financieras. Finalmente, solo se construyó una estructura de 61 metros, conocida como la “Torre Watkin”. Aunque nunca se completó, la torre se convirtió en una atracción turística durante algunos años, hasta que la demolieron con dinamita en 1907.

Tras el final de la Primera Guerra Mundial, el Gobierno británico organizó una Exposición Universal del Imperio Británico. Como pieza central, proyectó un gran ‘Estadio Nacional’ bautizado como el Estadio del Imperio. Se eligió la misma área donde tiempo atrás se había levantado la fallida Torre Watkin.

La construcción del estadio tomó 300 días. La Exposición fue inaugurada el 23 de abril de 1924 por el rey Jorge V y resultó un éxito rotundo. Pero antes de eso, el 28 de abril de 1923, el estadio abrió sus puertas por primera vez con la final de la FA Cup entre el Bolton Wanderers y el West Ham United. Aunque su aforo era de 127.000 espectadores, se estima que ingresaron más de 300.000 personas. Así nacía Wembley.

En las Islas se le conoce como La sede de las Leyendas o La Casa del Fútbol. Junto al Maracaná y el Santiago Bernabéu, es uno de los estadios más icónicos del planeta. Además de ser la sede de la selección inglesa, el viejo Wembley albergó cinco finales de la Copa de Europa, un récord aún vigente, y es uno de los pocos estadios con el privilegio de haber sido escenario de una final de la Copa del Mundo.

El estadio fue evolucionando con los años, aunque su estructura principal se mantuvo prácticamente intacta desde su construcción. Dos símbolos convertidos en iconos definieron al viejo Wembley: las torres gemelas y los 39 escalones que llevaban al Royal Box, donde los campeones recogían el trofeo.

La leyenda cuenta que el césped del viejo Wembley fue el primero en ser bendecido. Dicen que el propio rey Jorge V lo hizo aquel histórico 28 de abril de 1923.

Durante décadas, Wembley fue el hogar de la final de la FA Cup, hasta el año 2000. La única excepción fue el “replay” entre Chelsea y Leeds United, disputado en Old Trafford.

Como mencionaba antes, fue escenario de la final del Mundial de Inglaterra en 1966, testigo del histórico 4-2 frente a la República Federal de Alemania, en uno de los partidos más polémicos de todos los tiempos. También albergó la final de la Eurocopa de 1996, la primera que se decidió con “gol de oro”.

El jugador con más partidos disputados en el viejo Wembley fue Tony Adams, el legendario capitán del Arsenal y de la selección inglesa. Le sigue Peter Shilton, el futbolista que más veces ha vestido la camiseta de Inglaterra.

Pelé lo definió con precisión: “Wembley es la catedral del fútbol, es la capital del fútbol y es el corazón del fútbol.”

Además del fútbol, el estadio también fue sede de los Juegos Olímpicos de 1948. Allí brilló uno de los grandes mitos del atletismo mundial: Emil Zátopek.

Wembley acogió también partidos de rugby, fútbol gaélico, hockey e incluso carreras de galgos. De hecho, por una de esas carreras, el partido del Mundial de 1966 entre Uruguay y Francia tuvo que trasladarse al antiguo estadio White City, construido para los Juegos Olímpicos de 1908.

En agosto de 1972, el viejo Wembley se transformó en escenario musical con The London Rock and Roll Show. Aquel concierto marcó el inicio de una nueva faceta: la de gran catedral musical, que albergó desde entonces multitud de conciertos y eventos legendarios.

El viejo Wembley cerró sus puertas en 2000 y fue demolido en 2003. Sobre sus “cenizas” se levantó el actual estadio, el más caro de la historia. Inaugurado en 2007, el nuevo Wembley conserva su mítico nombre, continuando el legado del original y reafirmándose como la “Casa del Fútbol”.

Este nuevo Wembley ha superado expectativas, no solo a nivel económico. En octubre de 2007, acogió el primer partido de fútbol americano fuera de Estados Unidos, con la victoria de los New York Giants (13-10) sobre los Miami Dolphins.

Aunque el nuevo estadio no tiene la misma carga histórica del viejo Wembley, sigue siendo, a pesar de su corta edad, el estadio más emblemático donde se puede jugar al fútbol.

Todo amante del fútbol debería asistir a un partido en ese recinto y tomarse una foto junto a la estatua dedicada al gran Bobby Moore. Porque, al final, Wembley sigue siendo “La Casa del Fútbol”.

✍️ Raúl Sánchez

💻 Juani Guillem

🗓️ (26/07/2016)

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