EL RANGERS VUELVE POR LA PUERTA GRANDE

Comparte la esencia BRIT

Después de cuatro años de penurias vagando por las catacumbas del fútbol escocés, el Rangers ha regresado a la primera división. Y no lo ha hecho de cualquier manera. Los Gers han conseguido un ascenso más que meritorio, midiéndose ante rivales de peso y dejando actuaciones para el recuerdo. La reciente victoria en semifinales de la Copa de Escocia frente al Celtic no hace más que confirmar que el equipo de Ibrox vuelve con ambiciones altas y con la firme intención de recuperar el lugar que siempre le perteneció.

La temporada aún no ha concluido, pero hasta el momento está siendo redonda para el Rangers. Con el título de liga ya asegurado y tras imponerse en un nuevo Old Firm ante su eterno rival verdiblanco, los azulones afrontan la próxima campaña con la moral por las nubes. Y no es para menos. Han tenido que pasar cuatro años y 22 días para que el Rangers volviera a derrotar al Celtic; muchos pensaban que esa espera sería aún más larga, pero las fuerzas en Glasgow vuelven a estar equilibradas.

Celtic y Rangers llegaban igualadísimos a la cita, como ya anticipábamos. Y el partido no defraudó. Fue un duelo abierto, de ida y vuelta, en el que ambos equipos dominaron por tramos y generaron suficientes ocasiones como para inclinar la balanza. Los Gers se adueñaron de la posesión y lograron ponerse por delante en dos ocasiones, al inicio del encuentro y luego, de nuevo, en la prórroga.

Sin embargo, el Celtic respondió en ambas ocasiones, forzando una tanda de penaltis que fue la antesala del drama. Más de 50.000 espectadores contuvieron la respiración mientras Tom Rogić se disponía a ejecutar el lanzamiento decisivo… que terminó en las nubes. Así, el conjunto dirigido por Mark Warburton se metía en la final de la Copa de Escocia, donde ya lo esperaba el Hibernian. Sí, una final inusual, protagonizada por dos equipos de segunda división. Curioso, cuanto menos.

Este tramo final de temporada ha reforzado al Rangers en todos los sentidos. Ha demostrado ser un equipo serio, con una identidad bien definida, que sabe perfectamente a qué juega. Y, lo más importante, ha conseguido sacar los colores -y las costuras- al que hasta ahora era el dominador absoluto del fútbol escocés: un Celtic que se tambalea y cuyo técnico está actualmente en la cuerda floja.

Dejando a un lado el electrizante Old Firm, hay que reconocer que los Gers han firmado una temporada brillante en la Championship. Y eso que no lo tenían nada fácil, con rivales de entidad como Hibernian o Falkirk. Sin embargo, fueron los más regulares del campeonato, firmando goleadas a domicilio y dominando con autoridad a lo largo del calendario. Hasta Navidad, la lucha con el Hibernian fue cabeza a cabeza, pero con el arranque del nuevo año, los Hibs se vinieron abajo y el Rangers aprovechó para poner tierra de por medio. Para muestra, un dato: los azulones solo han perdido un partido en los últimos cuatro meses entre todas las competiciones.

El pasado 5 de abril, con la victoria en Ibrox ante el Dumbarton, el Rangers se proclamó campeón de la segunda división escocesa de forma matemática. Ha sido un camino largo y exigente, pero finalmente, el gigante escocés está de regreso en la élite. El curso anterior, con Stuart McCall en el banquillo, el ascenso se escapó en el último suspiro. Pero a la segunda fue la vencida: los Gers vuelven a casa, a la Premiership.

Cuántas cosas han cambiado en Ibrox en apenas un año… La salida de los hermanos Easdale marcó un antes y un después en la presidencia del club. Con la llegada de Dave King regresó la estabilidad financiera y, con ella, una profunda reestructuración del organigrama de la entidad azulona. Más de 20 futbolistas hicieron las maletas, incluido el técnico Stuart McCall. En su lugar, desembarcaron nuevos nombres para reforzar una plantilla que quedó en manos de Mark Warburton, el hombre que había obrado el milagro en el Brentford llevándolos desde la League One hasta la Championship inglesa.

Si los protestantes mantienen esta línea ascendente, tienen todo para convertirse en protagonistas de la próxima temporada. Warburton ya ha lanzado el mensaje: el objetivo es la liga. Y lo cierto es que, con los recursos actuales, no suena descabellado. El Celtic, en horas bajas, parece más vulnerable que nunca, y aunque el salto a la Premiership implica un nivel de exigencia superior, el Rangers cuenta con un proyecto firme y ambicioso. La meta es clara: devolver al club a lo más alto, recuperar la esencia de aquel Glasgow Rangers que, año tras año, le peleaba la hegemonía a su eterno rival del este de la ciudad.

Para cerrar, no podemos pasar por alto otro éxito reciente. La victoria del Rangers en la final de la Scottish Challenge Cup, torneo reservado para todos los equipos escoceses salvo los de la Premiership. El conjunto de Ibrox no encontró resistencia alguna ante un modesto Peterhead de tercera división y se impuso con claridad por 4-0 en una final sin sobresaltos. De este modo, el Rangers sumó un nuevo título, uno que hasta ahora no figuraba en sus vitrinas.

Queda claro: el Rangers ha vuelto, y lo ha hecho para quedarse. Después de años turbulentos en las profundidades del fútbol escocés, los Gers han completado una temporada formidable que aún podría terminar de forma brillante si consiguen levantar la Copa de Escocia, trofeo que además otorga acceso directo a la Europa League. Sería la guinda perfecta a un curso para el recuerdo.

Mirando al futuro, la próxima Premiership promete emociones fuertes. Con Rangers, Celtic y Aberdeen en la pelea por el trono, se avecina una batalla apasionante en la cúspide de la tabla. ¿Serán capaces los Gers de regresar a lo grande y destronar a sus eternos rivales católicos en su primer año de vuelta?

✍️ Mario Lallana

💻 Juani Guillem

🗓️ (18/04/2016)

The following two tabs change content below.

Redacción Escocia

Entre gaitas y kilts a cuadros, nos abrimos paso para contar la actualidad e historia del fútbol escocés.

Entradas relacionadas

Deja tu comentario