Último mes con poco fútbol, pero muchas emociones en el norte blanco de Londres. El 21 de mayo, Tottenham y Manchester United se jugaban salvar la peor temporada de ambos en la era Premier League. Para los Spurs, significaba romper una sequía de 17 años sin títulos y 40 sin gloria europea.
Esa noche parecía redimirlo todo: el curso, el banquillo y el proyecto. Días de cánticos, júbilo y elogios hacia Postecoglou -desde leyendas como Micah Richards hasta rivales como Salah- por su ya mítica frase: “Siempre gano títulos en mi segunda temporada”. Fue pragmático, traicionó su “Angeball” para alzar una copa. Amorim, en cambio, murió con sus ideas. Y con él, su equipo en Bilbao. Sin embargo, paradójicamente, el sacrificado fue Ange.
Su despido sorprendió. En plena celebración europea, dejó caer: “En todas las buenas series, la tercera temporada es mejor que la segunda”, dando a entender que su continuidad era un hecho. Había química con el plantel, comunión con la grada y ovación de leyenda tras el último partido en el Tottenham Hotspur Stadium.
Pero veinte días después, el giro: Thomas Frank, el técnico danés, fue anunciado como nuevo entrenador. Es el 29° en la era Premier del club, igualando al Chelsea como los más inestables del período. Y el sexto en menos de seis años (Pochettino, Mourinho, Nuno, Conte, Ange y ahora Frank), sin contar los interinatos de Mason y Stellini.
Porque en el Tottenham, incluso ganando, la estabilidad sigue siendo un lujo.
Si hay una figura que ha asumido un gran riesgo con esta decisión, es Daniel Levy. Ya muy cuestionado durante la temporada -como detallamos en otra de nuestras publicaciones-, la destitución de Ange no ha sido, ni por asomo, una medida popular entre la afición. Una mala campaña bajo el nuevo mando podría hacer su posición insostenible.
Ahora bien, toca mirar hacia adelante. Thomas Frank asume el mando en el Tottenham Hotspur con un sólido reconocimiento en la Premier League. Era, de hecho, el segundo entrenador con más continuidad en la liga, solo por detrás de Pep Guardiola. Su mérito: consolidar al Brentford desde su debut en 2021, a pesar de contar con uno de los presupuestos más bajos del campeonato.
Su llegada se entiende por la excelente relación que mantiene con Johan Lange, director deportivo de los Spurs y compatriota suyo, quien impulsó el fichaje y convenció al club de pagar cerca de 10 millones de euros para liberarlo del Brentford.
¿Qué esperar de Thomas Frank en el norte de Londres? Es una incógnita. Si algo lo define es el pragmatismo: se adapta al contexto, a los recursos y al rival. Esta temporada, por ejemplo, utilizó al menos seis sistemas tácticos distintos. Ahora, le toca aplicar esa versatilidad en un club donde la exigencia no da tregua.
Si hay algo que ha sido una constante en los equipos de Thomas Frank, es su compromiso con el trabajo. Sin ser un conjunto que presione en oleadas, su Brentford ha sido uno de los equipos con más recuperaciones en campo rival: 76 en total, solo una menos que el Tottenham de Ange la última temporada. A eso se le suma su acostumbrada eficacia en ambas áreas: cifras goleadoras elevadas y uno de los registros más bajos de goles esperados en contra.
Aquí es donde empiezan a surgir interrogantes sobre algunos jugadores que podrían salir damnificados con su llegada. En Brentford, David Raya y Mark Flekken fueron sus principales arqueros, ambos con gran fiabilidad y dominio del juego aéreo, justamente el punto más débil del actual portero del Tottenham, Guglielmo Vicario.
De todas formas, los aficionados de los Spurs pueden prepararse para ver mucho juego directo, una identidad clara, y una apuesta por el talento joven. Frank ha sabido potenciar al máximo a nombres como Bryan Mbeumo, Ollie Watkins o Yoane Wissa, y ahora tiene entre manos a Destiny Udogie, Lucas Bergvall, Pape Matar Sarr, Archie Gray, Dejan Kulusevski o Micky van de Ven, todos con enorme proyección.
Poco fútbol en las últimas semanas, pero el mes de mayo en Tottenham ha sido un auténtico tourmalet.
🗓️ (17/06/2025)
Redacción Premier League
