Es duro que equipos habituales de una división desciendan. Y esto se acentúa aún más cuando compiten en un estadio de bella factura. En estos últimos años hemos asistido a descensos épicos, como los de Portsmouth, Leyton Orient y Blackpool.
Cuando se asientan en una categoría, la vuelta se antoja fácil. Eso parecía indicar el ascenso del Wolverhampton a Championship cuatro temporadas atrás. Sin embargo, se cosechan resultados decepcionantes y debe de transcurrir una especie de transición.
Nos centramos en el Sheffield United. Parecía que Nigel Clough devolvería al club a Segunda. Objetivo no conseguido e intentado en varias ocasiones. Tampoco Nigel Adkins, su sucesor, fue capaz. Sin embargo, Chris Wilder, que llegaba tras ascender con el Northampton, lo logró, ¡y además llegando a la cifra de 100 puntos!
Algo parecido ha acontecido en Portsmouth. Ni Michael Appleton, ni Guy Whittingham, ni Andy Awford vencieron en sus intentos de promocionar. Sin embargo, la llegada de Paul Cook cimentó la plantilla para este año conseguir un ascenso que estuvo cerca la temporada pasada.
Si se observan las trayectorias de ambos equipos en esta pasada edición liguera han navegado a lo largo de la tabla con posiciones paralelas. Un comienzo algo dubitativo arrastró a ambos equipos al fondo de la clasificación. Sin embargo, los resultados llegaron y pronto se encontraron luchando contra los primeros conjuntos.
En el caso del Pompey, ha ocupado la tercera plaza durante gran parte de la competición, salvo contadas excepciones. Y un gran final determinó su conquista de League Two.
El Sheffield United de Wilder alcanzó el liderato en la fecha 24 y a partir de la trigésima jornada no se movió de ahí. A varios partidos de finalizar la competición se coronó campeón y logró llegar a la centena de puntos.
En un mundo donde se enseña, desde muy temprana edad, a jugar tocando el balón e imitando al mejor Barcelona de Guardiola, el Portsmouth ha apostado por un juego con mucho peso en las bandas.
Si observamos su esquema, se aprecia que el doble pivote que se ubica delante de los centrales ejerce una función de “jugador escoba”. Habitualmente la habilidosa zurda de Gary Roberts se sitúa a las espaldas del punta. Continuando con esta forma de desmenuzar el esquema vemos que no hay un referente en el centro. Alguien a quien entregar el balón y te ofrezca una salida de juego, el creador del equipo. Esa función, en parte huérfana, está ocupada por Michael Doyle.
Paul Cook ha organizado el equipo para que el juego por las bandas sea la vía de conducir el partido. Kyle Bennett, Kal Naismith, Carl Baker o Gareth Evans son algunos de los jugadores que han desempeñado funciones pegados a la cal. El técnico de Liverpool ha conseguido unir a jugadores de mucha velocidad y de excelente técnica. Además, jugadores como Conor Chaplin o Jamal Lowe se han beneficiado de este juego. La función de Gary Roberts y demás ‘mediapuntas’ del equipo ha sido muy importante a la hora de trazar diagonales perfectas y firmar asistencias de lujo. La defensa ha realizado un trabajo bastante notable, con una pareja de centrales joven y con mucho futuro.
Todo lo contrario, en cuanto a juego, han sido los Blades esta temporada. Con una propuesta muy asociativa, John Fleck ha llevado la manija del equipo. El escocés ha realizado una temporada donde ha brillado con luz propia. Por si fuese poco, ha sido elegido por la afición como el mejor jugador del equipo, en numerosas ocasiones. A su lado han figurado Paul Coutts, Mark Duffy o Jay O’Shea, entre otros.
Defensivamente el equipo ha rendido a un alto nivel, con un portero como Simon Moore realizando grandes actuaciones. También se ha introducido un sistema de juego con tres defensas y dos carrileros muy abiertos que han tenido mucho peso en el equipo.
Sin embargo, el hombre estrella del Sheffield United ha sido Billy Sharp. Con 30 dianas se ha coronado máximo goleador de la categoría y del equipo. Además, fue una gran satisfacción para él conseguir devolver al equipo de su ciudad al ‘nivel plata’ del fútbol anglosajón.
Mientras escribo estas líneas, días después del descenso de mi equipo, aprecio aún más la grandeza de un ascenso y el fracaso y decepción de un descenso. Es por ello que en Portsmouth y Sheffield disfrutarán de un verano muy agradable.
✍️ Pablo Cartas
🗓️ (02/06/2017)