El hecho ocurrió durante la semifinal de FA Cup entre Liverpool y Nottingham Forest, disputada en Hillsborough, estadio del Sheffield Wednesday. Minutos antes del inicio, ante la gran aglomeración en los accesos, la policía ordenó abrir una de las puertas del fondo oeste. El ingreso descontrolado provocó una avalancha que derivó en el peor desastre del deporte británico: 97 muertos y 766 heridos.
Durante siete minutos, el partido continuó mientras aficionados morían aplastados o asfixiados. Algunos hinchas lograron saltar al campo para alertar de lo que ocurría. Alan Hansen, capitán del Liverpool, recordó: “Dos aficionados corrieron hacia mí. Pensé que nos meterían en problemas. Pero uno de ellos me miró, con una tristeza enorme en los ojos, y dijo: ‘Alan, hay gente muriendo allí’”.
El horror quedó retratado por las cámaras de la BBC, que se encontraban en Hillsborough para grabar imágenes para Match of the Day. Ante la magnitud de la tragedia, conectaron en directo para todo el país, en horario de máxima audiencia. Las imágenes, aún hoy, siguen provocando escalofríos. Aquel día murieron 94 personas, entre ellas muchos niños, como el primo de Steven Gerrard.
En una época marcada por el hooliganismo, Margaret Thatcher no dudó en culpar a los aficionados del Liverpool. Junto al diario The Sun, impulsó una campaña de desprestigio basada en la supuesta actitud violenta de los hinchas, alegando que el alcohol había sido un factor clave en la tragedia.
La primera investigación exhaustiva sobre Hillsborough se llevó a cabo un año después. Basándose en las imágenes de las cámaras de seguridad, Peter Taylor, jefe del tribunal de Inglaterra, elaboró el conocido como Informe Taylor. En su primera parte, Lord Justice Taylor concluyó que la causa principal de la tragedia fue un grave fallo de planificación por parte de la policía, aunque también señaló que la actitud de algunos aficionados del Liverpool actuó como agravante.
Taylor sostuvo que el partido debió haberse aplazado en lugar de abrir puertas secundarias. La falta de accesos adecuados, especialmente en la grada de Leppings Lane, fue clave en la catástrofe. En la segunda parte del informe, propuso una serie de reformas para mejorar la seguridad en los estadios ingleses: eliminación de las vallas alambradas, prohibición del standing tradicional, venta limitada de alcohol, mejoras en los accesos de evacuación, instalación de cámaras y prioridad en la venta de abonos, entre otras medidas.
David Duckenfield era el responsable de la seguridad policial en Hillsborough aquel trágico 15 de abril. En su primera declaración afirmó que a las 15:15 la afición del Liverpool había derribado una entrada para forzar su ingreso al estadio. Sin embargo, omitió un detalle crucial: 25 minutos antes, él mismo había ordenado abrir la ‘Gate C’, lo que provocó el colapso en los túneles y la posterior avalancha humana.
Recién 23 años después, Duckenfield reconoció haber mentido. Su confesión llegó tras la publicación del Hillsborough Independent Panel en 2012, un informe gubernamental que durante dos años investigó a fondo lo ocurrido y corrigió el relato que se había impuesto desde 1989. A diferencia del Informe Taylor, este documento eximió por completo a la afición del Liverpool y apuntó a las fallas estructurales y de organización como únicas responsables. El Panel concluyó que, con un protocolo de seguridad adecuado, más de la mitad de las víctimas podrían haber sobrevivido. Un dato desgarrador: la policía impidió inicialmente el ingreso de 46 ambulancias que esperaban fuera del estadio, creyendo que lo que ocurría era un acto de vandalismo.
No hay informe que sane una herida como la de Hillsborough. Más de tres décadas después, solo David Duckenfield fue llevado a juicio, pero en 2019 fue absuelto tras siete semanas de audiencias, luego de que el jurado no lograra un veredicto unánime. Por eso, aún hoy, se sigue clamando justicia para los ’97’.
🗓️ (15/04/2023)

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