No tiene la potencia de Wayne Rooney, ni la técnica de Agüero. Tampoco la cabalgada de Diego Costa, ni el remate de Giroud. No posee el talento innato de Harry Kane, ni es tan completo como Lukaku. Nadie habría apostado hace unos años que Jamie Vardy sería hoy, en noviembre de 2015, el pichichi de la Premier League.
Leer más