Las excepciones en la vida siempre son algo positivo. Por tal o cual motivo ser diferente siempre es una ventaja. Haciendo un viaje de diminutas dimensiones, recordemos que en Inglaterra se produjo la Revolución Industrial que cambiaría el mundo. En los siglo XVIII y XIX comenzaron a surgir las primeras industrias y algunas de gran renombre. Cada ciudad se especializó en una materia. Es por ello que algunos equipos de Football League reciben su apodo de la típica industria local (véase Northampton, Sheffield United, Burton Albion, etc…).
En High Wycombe, la madera, concretamente la producción de sillas, ha tenido un gran éxito. Hoy, el equipo de Adams Park toma su apodo de ahí, The Chairboys. En Wycombe están viviendo un momento dulce y cualquiera que observe la clasificación verá como, efectivamente, están atravesando un gran momento.
Toda esta historia tiene una parte negativa. Para entender la razón, hay que remontarse al año 2012. Quizá otro pequeño repaso histórico para comprender la situación en aquellos tiempos sería algo solicitado.
Corría el año 1993 cuando Martin O’Neill (sí, el actual seleccionador de Irlanda) consiguió elevar al club al estatus de profesional. Dicha temporada abandonaron Conference para entrar en League Two. Después de años de ascensos y descensos entre League One y League Two, el equipo parecía no tener rumbo. Fue entonces cuando en 2012, tras el descenso a la cuarta categoría, Steve Hayes aceptó la propuesta de sus aficionados y les vendió el club.
La Wycombe Wanderers Supporters’ Trust es el máximo organismo de la dirección de los Chairboys. La asamblea de esta organización elige democráticamente los puestos de trabajo del club. Los socios de dicha institución deben de abonar 10 libras anuales para formar parte de la directiva y poder hacer ver sus decisiones en asamblea.
Nada fue fácil. La entidad estaba completamente endeudada. Dicho problema se solventó con el cierre de la cantera. Así se ahorraría una gran cantidad de dinero, pero no se podrían producir jugadores. El último que llegó a buen puerto fue Jordon Ibe (ex extremo del Liverpool, actual del Bournemouth). Los equipos del Wycombe se reducen a uno masculino y uno femenino, ambos senior.
Estos gastos aumentan considerablemente el presupuesto de la entidad. Otra de las funciones de la Supporters’ Trust es encargarse del mantenimiento de las instalaciones. Varios aficionados se ofrecen como voluntarios cada jornada para ocuparse del césped o de los puestos de comida del estadio, así como de las taquillas y demás aspectos.
Aún así, el Wycombe es uno de los equipos con menos presupuesto de League Two, añadiendo el hándicap de no poseer equipos filiales. Para la Supporters’ Trust no es nada fácil aportar dinero para traspasos. Es por ello que el entrenador debe de tener un perfil de jugador definido. Gareth Ainsworth y su staff se encargan de ello.
Ainsworth ejerce como entrenador y figura como miembro de la primera plantilla. Hace ocho temporadas el veterano centrocampista firmó con el Wycombe para cerrar su carrera. Sin embargo, la sucesión de las temporadas y la caída de los managers propiciaron la llegada de Gareth al banquillo. Su experiencia era un gran aliciente. Además, como integrante de la plantilla podría salir algún día a disputar algún minuto en caso de lesión, sanción o similares.
Hoy día es el entrenador del equipo y uno de los referentes en la historia de la institución. Su política de fichajes debe de ser muy concreta como ya hemos visto. Solo se pueden limitar a incorporar a futbolistas libres o algunos cedidos que necesiten minutos o acaben de salir de una lesión, etc. También, como un complemento para la plantilla, echa un ojo a las categorías inferiores: Non-League.
Para el Wycombe es difícil hacer una plantilla competitiva y luchar por el ascenso. Sin embargo, los últimos años con Ainsworth han dejado libertad para soñar a los aficionados Chairboys. Hace dos temporadas se quedaron con la miel en los labios en playoff. Luego de quedar cuartos en la clasificación regular cayeron (8-7) en penaltis contra el Southend en la semifinal. Fue un duro mazazo del que costó recuperarse a toda la plantilla.
Este año todo parece que marcha viento en popa. La situación futbolística es buena y la parte económica está estable. Eso permite ver más aficionados en Adams Park. Los de Ainsworth son quintos y las previsiones de juego crecen partido a partido.
En este Wycombe resaltan Jamal Blackman (portero indiscutible hasta la fecha), Joe Jacobson y Anthony Stewart (dos de los pilares defensivos), Matt Bloomfield, un joven Scott Kashket (máximo goleador del equipo, con 14 tantos) y el gran Adebayo Akinfenwa (quien siempre es especial tener en tu equipo). Por encima de todos estos jugadores, en Wycombe poseen una peculiaridad: los jugadores más longevos de las cuatro primeras categorías. Barry Richardson (45 primaveras, guardameta) y Gareth Ainsworth (43 años, alma del equipo, entrenador, capitán, jugador).
Richardson, Ainsworth y Bloomfield. Tres hombres en común, pero diferentes al mismo tiempo. Es una sensación especial ver a estos dos longevos jugadores en tu plantilla. Y con nuestro gran Matt Bloomfield y la bestia Adebayo Akinfenwa. Estas cosas hacen que desde BRITmanía Radio nos gusten historias de equipos como el Wycombe, a simple vista alguien más, pero en un trasfondo son diferentes. Y eso siempre es especial.
✍️ Pablo Cartas
🗓️ (26/01/2017)
Great article, Pablo. You write very well indeed. I’ve learned lots of things here that I didn’t know before. Thank you.