Se bajó el telón de una nueva temporada en la Premier League. El Manchester City volvió a consagrarse campeón. Con los protagonistas que dejaron huella en esta campaña del fútbol inglés, en BRITmanía Radio repasamos lo más destacado junto a nuestros colaboradores.
✍️ Alex Cortón:
Mejor equipo: Manchester City & Liverpool. La temporada 2018/19 de la Premier League quedará en la memoria principalmente por ese pulso épico entre los equipos de Klopp y Guardiola. En este sentido, fue un duelo titánico, decidido por los pequeños detalles. De hecho, por el nivel exhibido durante todo el año, sería injusto elegir solo a uno. Ambos equipos estuvieron a la altura de una temporada legendaria.
Mejor entrenador: Jürgen Klopp. El alemán firmó una campaña sobresaliente. Alcanzó los 97 puntos con recursos más limitados que los de su principal rival, gestionó el vestuario como pocos y potenció al máximo a cada uno de sus futbolistas. Su conexión con la grada de Anfield es total. Klopp fue el alma del Liverpool y, sin dudas, el mejor técnico del curso.
Mejor jugador: Virgil van Dijk. Hace menos de un año, el Liverpool apostó fuerte por un central que muchos aún no conocían del todo. Hoy, van Dijk es considerado el mejor del mundo en su puesto. Imponente en defensa, decisivo en ataque. Goles, asistencias, liderazgo. De hecho, el de Breda transformó al equipo y fue el gran bastión de los reds.
Jugador revelación: Declan Rice. En su segundo curso como titular en los Hammers, el joven de Kingston upon Thames dio un salto enorme. Abandonó la defensa para asentarse en el mediocampo y brilló con luz propia. Con apenas 20 años, Rice dominó la medular del West Ham y se ganó un lugar en la selección de Southgate. Los ‘Three Lions’ ya tienen nuevo ancla.
Equipo revelación: Wolverhampton. Ascender y asentarse no es sencillo. Pero hacerlo con autoridad, ganando y convenciendo, es otra historia. Los Wolves no solo sobrevivieron: terminaron como el mejor equipo fuera del ‘Top Six’. La inversión veraniega fue inteligente, y Nuno Espírito Santo supo mezclar talento joven como Neves o Doherty con fichajes de jerarquía. Especialistas en incomodar a los grandes.
Entrenador revelación: Javi Gracia. Desde Vicarage Road llegó la sorpresa táctica del año. El técnico navarro, con pasado en banquillos modestos y destinos exóticos, transformó al Watford en un bloque competitivo. Recuperó a figuras como Deulofeu o Pereyra, armó una medular sólida con Capoue y Doucouré, y alcanzó una histórica final de FA Cup. Octavos en liga y con identidad propia. Chapeau.
Jugador decepción: Fred. El brasileño terminó siendo el reflejo perfecto del Manchester United de los últimos años: costoso, errático y lejos de lo esperado. Mourinho insistió y los Red Devils desembolsaron 59 millones por él. ¿El resultado? Un mediocampista perdido, sin peso ni influencia. En resumen, ni fu ni fa en Old Trafford.
Equipo decepción: Fulham. Era el tapado de muchos. Con cerca de 100 millones gastados en el mercado y una propuesta atractiva de la mano de Jokanović, todo apuntaba a que el Fulham podía sorprender. Pero ni el serbio, ni Ranieri, ni Scott Parker lograron encontrar la tecla. Una defensa desastrosa, fichajes sin impacto y promesas que no despegaron. El cuento de hadas terminó en pesadilla: descenso consumado varias fechas antes del final. Craven Cottage baja el telón… rumbo a Championship.
Entrenador decepción: José Mourinho. Llegó con cartel y, sin embargo, se fue por la puerta de atrás. En su tercera temporada al mando del United, el portugués no dejó ni juego ni resultados. De hecho, se peleó más con los suyos que con los rivales. En un club como el United, con ese presupuesto y ese escudo, se exige mucho más. Así que, Mou ya no era ‘The Special One’.
Mejor joven: Bernardo Silva. Muchos talentos emergieron esta temporada en la Premier, pero ninguno brilló como el portugués. Con solo 24 años, fue motor, cerebro y pulmón del City campeón. Incansable, eléctrico, decisivo. Bernardo jugó como si tuviera 30… y con la energía de un pibe de 18.
Mejor fichaje: Alisson Becker. La final de Kiev dejó claro que el Liverpool necesitaba un arquero de verdad. Fue entonces cuando llegó Alisson y cambió todo. Con seguridad, reflejos y liderazgo, el brasileño brindó estabilidad. Gracias a sus 17 porterías a cero y apenas 20 goles recibidos, fue clave en una defensa de hierro. Sin duda, vale cada libra que pagaron.
Momento favorito: La batalla por el título. Cada jornada fue una final. Liverpool y City ofrecieron una carrera histórica, milimétrica. Partidos épicos, goles eternos, drama puro. El título se definió por centímetros, pero el recuerdo quedará para siempre.
✍️ Robbie Ruud:
Mejor equipo: Manchester City & Liverpool. Campeón y subcampeón comparten el trono. Ambos fueron una máquina de fútbol ofensivo y sacaron varios cuerpos de ventaja al resto. Plantillas potentes, estructuras sólidas y un estilo reconocible. City y Liverpool dominaron todas las líneas con autoridad. Completísimos, imparables, letales.
Mejor entrenador: Jürgen Klopp. Por detalles, el premio va para Klopp. El alemán supo fichar lo justo y necesario, afinó el equipo a su estilo y exprimió cada pieza como nadie. Energía, carisma, y una lectura brillante de cada partido. Klopp fue más que un DT: fue el alma del Liverpool.
Mejor jugador: Pierre-Emerick Aubameyang. El gabonés fue pólvora pura para los Gunners. Goles, velocidad, desequilibrio y mucho carisma ofensivo. El Arsenal necesitaba un líder en el área, y Auba lo fue. Su aporte fue vital para que el equipo de Emery diera un salto de calidad. Un delantero total.
Jugador revelación: Lucas Digne. El Everton encontró en Digne al relevo perfecto de Leighton Baines. El francés, con 25 años, firmó su temporada más completa: sólido atrás, profundo en ataque, constante y elegante. El Barça lo dejó ir, pero los Toffees ganaron un lateral de primer nivel. Clase por la banda izquierda.
Equipo revelación: Wolverhampton. Recién ascendidos… ¡y causando estragos! Los Wolves de Nuno se plantaron en la Premier como si llevaran años. Intensos, valientes, con carácter. Se ganaron el respeto a base de grandes partidos, incluso contra gigantes. Aunque no hayan entrado en Europa, eso no borra lo hecho: fueron la gran sorpresa del curso. Revelación con mayúsculas.
Entrenador revelación: Nuno Espírito Santo. Debutó en Premier y lo hizo a lo grande. Sin complejos, con un plan claro y una mentalidad de gigante. De hecho, le sacó puntos al United, al Arsenal y a varios más. Su fútbol directo, físico y vertical recordó al mítico Wigan de Paul Jewell. Un estratega moderno, valiente y muy capaz. Nuno lo rompió.
Jugador decepción: Riyad Mahrez. El argelino llegó como fichaje estelar y terminó siendo una sombra. Bernardo Silva se adueñó del puesto y Mahrez nunca fue determinante. Ni explosivo, ni elegante, ni desequilibrante. Muy lejos del héroe del Leicester. El City esperaba mucho más, nosotros también.
Equipo decepción: Manchester United. Segundo año seguido ganándose este “título”. Un club enorme que no encuentra rumbo. Desde los despachos hasta el césped, el caos es total. Los Glazer, Woodward, Mourinho y una plantilla descompensada forman una mezcla que da como resultado fútbol gris, resultados pobres y una identidad perdida. Solskjær tiene que reconstruir… desde cero.
Entrenador decepción: Slaviša Jokanović. Se esperaba que revolucionara al Fulham con una propuesta atrevida. Sin embargo, nada de eso pasó. Su Fulham fue endeble, sin ideas y mal armado atrás. Lo reemplazaron, pero tampoco mejoró. A pesar de lo que prometía tras el ascenso, su decepción fue más fuerte. En resumen, un debut Premier para el olvido.”
Mejor joven: Aaron Wan-Bissaka. El chico del Palace fue una muralla en el carril derecho. Silencioso, sólido y con una madurez que no se ve todos los días en un defensor tan joven. Recordó a esa época dorada donde hasta los equipos más humildes de Premier tenían a su joyita inglesa. Wan-Bissaka fue el mejor Eagle del año… por mucho. Un crack silencioso.
Mejor fichaje: Fabian Schär. El Newcastle encontró en el suizo al líder que tanto necesitaba su defensa. Jerarquía, carácter y lectura. No se veía algo así desde los días de Coloccini. Schär y Dúbravka fueron la base sobre la que Benítez armó un equipo competitivo, difícil de batir y con una idea clara. Fichaje redondo.
Momento favorito: Wolves vs. Manchester United. La victoria de los Wolves ante el United fue un antes y un después. Una declaración de intenciones. Mostraron fútbol, valentía y carácter. Ese día entendimos que este proyecto iba en serio… y que lo mejor está por venir.
Mejor equipo: Manchester City. No hay discusión. En una liga tan exigente como la Premier, lo que cuenta es la regularidad… y el City fue el más constante. Guardiola exprimió al máximo su plantel y supo mantener el pulso hasta el final. El Liverpool estuvo a la altura, sí, pero ante esta versión de los Citizens no había margen para el error. Campeones con todo merecimiento.
Mejor entrenador: Rafa Benítez. Una vez más, lo hizo. Con una plantilla justita, llena de remiendos y sin grandes nombres, Benítez logró exprimir cada gota de rendimiento del Newcastle. No solo salvó la categoría con solvencia, sino que además le ganó al City con una estrategia quirúrgica. Trabajo, táctica y resiliencia. De maestro.
Mejor jugador: Bernardo Silva. Silencioso, cerebral, inagotable. A lo largo de la temporada, Bernardo se adueñó del mediocampo citizen sin hacer ruido, al punto de eclipsar incluso a De Bruyne y Mahrez. Partido tras partido, lo jugó todo, lo hizo todo y lo hizo bien. Con una combinación de inteligencia táctica, sacrificio defensivo y chispa ofensiva, el resultado fue que el portugués creció hasta convertirse en el corazón de este Manchester City campeón.
Jugador revelación: James Maddison. Pocos sabían quién era al comenzar la temporada, pero hoy todos lo tienen en el radar. El inglés asumió un rol complicado: tomar la manija creativa en un Leicester que buscaba reinventarse tras la salida de Mahrez. Lejos de achicarse, Maddison respondió con talento, valentía y gol. Aunque fue de más a menos en el tramo final, su irrupción fue de las más refrescantes del curso.
Equipo revelación: Wolverhampton. El lobo mostró los dientes. De recién ascendido a referente fuera del Big Six. Los de Nuno no solo compitieron con garra, sino que desplegaron fútbol de altura, dieron batacazos ante los grandes y firmaron una campaña de ensueño. Liga, FA Cup… donde jugaron, dejaron huella. La revelación más sólida del año.
Entrenador revelación: Nuno Espírito Santo. Metódico, práctico y claro con sus ideas. Con un sistema bien definido y pocas alteraciones, el portugués logró que los Wolves funcionaran como un reloj. Supo potenciar a sus jugadores y competir como si llevaran años en Premier. Proyecto serio y con futuro. Lo de Nuno fue una auténtica exhibición desde el banco.
Jugador decepción: Mateo Kovačić. Llegó con el cartel de ser el mediocentro ideal para el sistema Sarri-ball. Técnica, pausa y criterio. Pero en su primera gran aventura fuera del Madrid, el croata no logró asumir el protagonismo que se esperaba. Sin peso en los partidos importantes y con poco brillo en lo colectivo. Decepcionó.
Equipo decepción: Fulham. 100 millones de inversión, una idea de juego atractiva… sin embargo, un descenso inevitable. El Fulham pintaba para sorpresa y terminó siendo un claro ejemplo de que el dinero no lo compra todo. Malos fichajes, caos en el banquillo y una defensa para el olvido. Así que, Craven Cottage vuelve al Championship sin haber sabido nunca a qué jugaba este equipo.
Entrenador decepción: Manuel Pellegrini. El West Ham apuntaba alto con fichajes de peso y un técnico con pedigrí. Pero el sello Pellegrini nunca apareció. Ni juego de posesión, ni solidez, ni continuidad. La temporada de los Hammers fue una montaña rusa sin rumbo claro. Una oportunidad desperdiciada para hacer algo más con una plantilla interesante.
Mejor joven: Aaron Wan-Bissaka. Arrancó la temporada como un desconocido y al final, la terminó como uno de los mejores laterales derechos de toda la Premier. Con solidez defensiva, anticipación quirúrgica y un físico a prueba de todo, Wan-Bissaka se consolidó como el muro del Palace. Ahora, ya suena en el radar de los grandes. Inglaterra lo espera.
Mejor fichaje: Alisson Becker. El eslabón perdido del Liverpool. Tras años de inseguridad bajo palos, llegó el brasileño y cambió la historia. Paradas clave, liderazgo silencioso y fiabilidad absoluta. Fue el cimiento de un equipo que peleó hasta el final por la Premier. La inversión valió cada libra.
Momento favorito: El regreso de Solskjær al Manchester United. El fútbol también es emoción, y pocas imágenes más potentes dejó el curso que el retorno de Ole al Teatro de los Sueños. Ídolo eterno, sonrisa eterna, y una energía renovada que devolvió fe y orgullo al United. En medio de tiempos de caos, volvió alguien que sin lugar a dudas entiende el club desde adentro.
- XI ideal de BRITmanía Radio en la temporada 2018/19:
Entre los colaboradores de BRITmanía Radio hemos elegido el que, para nosotros, ha sido el mejor XI de esta temporada.
Alisson Becker; Matt Doherty, Virgil van Dijk, Aymeric Laporte, Andrew Robertson; Bernardo Silva, Fernandinho; Mohamed Salah, Raheem Sterling, Sadio Mané; Sergio Agüero.
🗓️ (16/05/2019)

Redacción Premier League
