EL HAMBRE Y LAS GANAS DE COMER SENTENCIAN A INGLATERRA

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Al fútbol se puede jugar de mil maneras. No hay ninguna que sea mejor que otra. No hay un manual que explique paso a paso qué es lo que hay que hacer para ganar. Algunos entrenadores imponen su estilo, mientras otros se adecúan al lugar donde llegan, al rival que tienen enfrente o a los jugadores de la plantilla. Lo que no puede funcionar es pedirle a una persona que vuele o que un árbol te conteste a una pregunta. Son cosas imposibles.

Inglaterra lleva ocho años intentando ser lo que no puede ser y tapándose los ojos ante lo que tiene delante. A los mismos jugadores que han brillado en todos los torneos de categorías inferiores, se les apaga la luz una vez se ponen la camiseta absoluta. No toda la responsabilidad de la paupérrima versión de Inglaterra desde hace tiempo tiene que ver con el estilo de juego, pero si la mejor generación de su historia no es capaz de jugar bien a fútbol, está claro que algo no está bien.

Gareth Southgate siempre priorizó que no sucedan demasiadas cosas en los partidos de su Inglaterra, sabiendo que tenía jugadores para decidir el destino de los encuentros en cualquier momento. Independientemente de que sus futbolistas demandasen ser protagonistas y jugar de forma totalmente diferente. No cabe duda de que ha sido una persona elegante, que ha sido la mejor imagen posible para la FA y que ha estado siempre cerca de ganar. Pero no ha sido capaz de sacar todo el jugo de los jugadores que disponía y su ciclo llevaba tiempo caduco. Eso sí, su sustituto no va a tener fácil igualar sus resultados porque no hay que olvidar que Inglaterra solo tiene el Mundial de 1966 en su haber. Nunca ha ganado nada más, aunque parezca una de las favoritas.

La Eurocopa de Inglaterra ha sido una constante espera a que su día llegase. La fase de grupos en este nuevo formato es un trámite. Todos pensaban que había que ir ganando mientras las piezas engrasaban para el día de la verdad. Sacando 45 minutos ante Serbia de la ecuación, su primera fase fue infame. Pero ganaba. Y a cualquiera le valía.

Pero una vez llegaron las rondas eliminatorias, los corazones se empezaron a acelerar. Inglaterra estuvo a una magistral chilena de Bellingham en el minuto 95 ante Eslovaquia de quedarse fuera en octavos. Saka empató ante Suiza en cuartos, cuando todo parecía perdido, y los penaltis metieron a los Three Lions en semifinales. Y un héroe inesperado como Watkins llevó a Inglaterra a su primera final fuera de suelo inglés. No jugó bien un solo partido completo, pero la final parecía el momento indicado de que llegase el primer gran día. 

Sin embargo, en el fútbol no hay demasiados milagros. La pelota no engaña. Y si cuando algo que no funciona no se cambia, es complicado que por arte de magia salga un resultado diferente. El equipo que hace más cosas para ganar tiene muchas más opciones de llevarse la victoria y España lo buscó bastante más. No se puede decir que los pupilos de Southgate jugasen fatal, pero no sirve. El desenlace fue cruel, pero no se puede decir que fuese inesperado.

  • Bajo nivel de las estrellas:

Que Southgate haya mostrado una nula capacidad de encontrar solución a los problemas no excluye de culpa a los jugadores. A los mejores jugadores, sobre todo. La Eurocopa de Kane ha sido una sombra de su temporada. El mejor delantero del mundo no ha sido capaz de ser protagonista. Sus dos goles y su aportación han sido insuficientes. Phil Foden es la otra gran decepción de Inglaterra. Venía de su mejor temporada, de ser el mejor jugador del año en la Premier League y capacitado de liderar a una de las favoritas. Sin embargo, en todos los partidos ha pasado sin pena ni gloria. No ha sido determinante y apenas se le ha visto. La Eurocopa de Bellingham, más allá de sus dos oportunas apariencias en el área, ha sido de suspenso.

Ante la inoperancia de sus atacantes, a pesar de que Saka sí que se ha revelado ante la adversidad, el banquillo podía ser la solución. Lo fue en semifinales con la entrada de Watkins y en la final con el gol de Palmer. Pero Southgate no ha echado mano demasiado. Wharton no se ha estrenado, mientras Inglaterra se atascaba; Eze ha jugado muy poco y demasiado escorado a banda; y el mejor agitador que tenía, que es Anthony Gordon, ha jugado dos minutos en todo el torneo. 

En definitiva, a Inglaterra se le juntaron el hambre y las ganas de comer para evitar que levantase su primera Eurocopa, pese a que evitó a Portugal, Francia, Alemania y España en el cuadro. Southgate siempre ha estado cerca en los últimos años, pero en realidad nunca fue el mejor equipo ni mereció ser campeón.

✍️ Iker Valverde

🧑‍💻 Juani Guillem

🗓️ (18/07/2024)

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