El pasado 8 de noviembre se cumplió un año desde que Eddie Howe asumió como técnico del Newcastle. Han sido 42 duelos en Premier League y, desde entonces, solo hay cuatro equipos que han sumado más puntos que los Magpies.
El 1 de agosto de 2020, Eddie Howe salía del Bournemouth tras llegar a un acuerdo con el club. Luego de ocho años seguidos como técnico de los Cherries (el tercer entrenador más duradero de las cinco grandes ligas entonces), tomó la decisión de dar un paso al costado después de que el equipo perdiera la categoría y descendiera a Championship.
Howe estuvo más de un año sin entrenar. No fue por falta de oportunidades, sino por decisión propia. Haber estado tantos años en el mismo club le había hecho perder algo de perspectiva y quería seguir formándose. Pasó semanas en España viendo entrenar y aprendiendo de las técnicas de Diego Pablo Simeone en el Atlético de Madrid, para luego hacer lo mismo con el Rayo Vallecano de Andoni Iraola. Dos equipos que, con diferentes armas, plantean distintos tipos de juego.
A Howe le sonrió la suerte cuando, a poco de comenzar la temporada 2021/2022, el Newcastle fue adquirido por un consorcio con sede en Arabia Saudí. Su nombre apareció sobre la mesa para volver a los banquillos. El proyecto, atractivo en lo económico, era también un riesgo, pues en ese momento el Newcastle caminaba sin frenos a la Championship, después de no haber ganado ninguno de los 12 primeros partidos del campeonato.
Finalmente, Unai Emery, el otro candidato firme a quedarse con el cargo, se echó para atrás y a Newcastle llegó Eddie Howe. Lo primero que hizo fue trabajar con un vestuario que estaba desgarrado y pidió que no se despilfarrase dinero.
Y ese Newcastle que era colista de la Premier League terminó en undécima posición, sin problemas, y con una racha de resultados que hoy mantiene y le hace estar, solo un año después, en la pelea por los puestos de Champions League. El paralelismo con aquel Leicester campeón asusta.
El ascenso del Newcastle fue meteórico. Joelinton, hasta entonces un delantero carente de gol, se convirtió en un mediocentro ‘box to box’ que terminó con unos registros muy atractivos para dicha posición. Jugadores como Ryan Fraser, Joe Willock o Jacob Murphy dieron un rendimiento muy por encima de lo logrado con Steve Bruce. El equipo, de repente, se convirtió en un muro infranqueable que no concedía goles y generaba ocasiones sin problema. Algo que en Newcastle no se recordaba desde los años de Alan Shearer (quitando aquel año inusual bajo las órdenes de Alan Pardew).
42 partidos después (45 si contamos tres de Copa), el Newcastle tiene unos resultados absolutamente increíbles. Solo hay cuatro equipos en toda Inglaterra (Manchester City, Liverpool, Arsenal y Tottenham) que han cosechado más puntos (y más victorias) que las urracas en este mismo periodo. De esos 42 duelos, Howe ha ganado 22 (más de la mitad), ha empatado 10 y perdido otros 10.
Este crecimiento se debe, en gran parte, a que el Newcastle aflojó la cartera, tanto en enero pasado como este verano. En el mercado invernal llegaron Bruno Guimarães (pieza fundamental del equipo) y Matt Targett (cedido). También lo hizo Chris Wood, cuyo impacto no fue demasiado importante y que llegó porque Callum Wilson se había lesionado para casi toda la segunda vuelta. Dan Burn, un futbolista que no era esencial en el Brighton se convirtió en titular indiscutido en Newcastle y Kieran Trippier, quien en su regreso al fútbol inglés se terminó convirtiendo en capitán general del equipo.
En verano, el club apuntaló el esquema. Sven Botman para hacer más infranqueable el muro; Matt Targett a título definitivo; y el sueco Alexander Isak para pensar en grande. El ex de la Real, eso sí, no ha tenido demasiado impacto porque ha estado lesionado casi desde su llegada.
El Newcastle camina por la parte alta de la Premier League, una posición que ni los más optimistas imaginaban. El nivel de Bruno Guimarães y la sensacional temporada de Miguel Almirón permiten a los de Eddie Howe soñar con absolutamente todo. El equipo ha entrado en un ciclo positivo de victoria tras victoria y desde el vestuario se respira un ambiente de grupo irrompible que hace difícil pensar que el equipo se pueda caer cuando llegue el primer gran bache.
El Newcastle, un grande de Inglaterra que estuvo años aletargado bajo el mandado de un dueño tirano al que el club y sus aficionados le importaba bien poco, ha despertado después de muchos años dormido, en la sombra. Y nadie les puede quitar el derecho a soñar.
🧑💻 Juani Guillem
🗓️ (27/12/2022)