Anoche fuimos testigos de la comedia del año en Escocia. Una historia absurda protagonizada por Mark Warburton, hasta hace unas horas entrenador del Rangers.
Todo comenzó con un comunicado oficial del Rangers anunciando la dimisión de Mark Warburton como técnico. La noticia se difundió rápidamente y, cuando el propio entrenador aclaró que nunca había renunciado, la confusión se apoderó de la situación.
La especulación sobre un posible hackeo a la web del club surgió, pero el Rangers la descartó al no corregir su postura ni en redes sociales ni con otro comunicado. Los medios cercanos al club, como el Daily Record, empezaron a investigar y se toparon con una sorpresa de proporciones gigantescas. Una historia tan impresionante como ridícula que revela el nulo compromiso del entrenador con la institución.
Hace unas semanas, el representante de Mark Warburton pidió permiso a la directiva para negociar con otros clubes. A cambio, el técnico inglés renunció a la indemnización de £1 millón en caso de rescisión. A espaldas del equipo, la afición, la presidencia y los jugadores, Warburton, junto a Frank McParland y David Weir, comenzó conversaciones con el Nottingham Forest tras la salida de Philippe Montanier.
Con todo prácticamente acordado, Warburton y su cuerpo técnico presentaron su dimisión al Rangers. El 10 de febrero, los tres viajaron a Londres para firmar el contrato con el Forest, pero la negociación se rompió cuando el equipo optó por confirmar a Gary Brazil como técnico interino. Regresaron a Glasgow con la esperanza de revertir la situación.
Al llegar a Murray Park, el cuerpo técnico fue recibido por el presidente Dave King y la directiva. Les informaron que no entrenarían ese día y que aceptaban su renuncia. La avaricia de Warburton, McParland y Weir les costó el puesto, dejando una imagen lamentable ante la afición y cualquier equipo interesado en contratarlos.
La afición respaldaba a Warburton. Fue un técnico que construyó una gran plantilla, devolvió al equipo a la primera división y reavivó la ilusión en la hinchada de Ibrox. Sin embargo, mientras en ruedas de prensa predicaba sobre la importancia de la ética de trabajo y agradecía el esfuerzo económico de la directiva para reestructurar el plantel, tras todo esto se gestaba una traición inesperada. Como dijo Dave King: Warburton veía su paso por el Rangers solo como un trampolín para su carrera profesional.
El ya exentrenador del Rangers deja Glasgow con 82 partidos dirigidos: 54 victorias, 15 empates y 13 derrotas. Además, logró el ascenso a la Premiership tras la refundación en 2012 y la conquista de la Scottish Petrofac Training Cup frente al Peterhead. Son números mejorables, pero relativamente buenos, que podrían haberse prolongado si no fuera por sus malas intenciones.
Así, los Gers deben iniciar un nuevo proyecto deportivo para finalizar la temporada de la mejor manera posible. Los nombres que suenan para sustituir a Warburton en el banquillo de Ibrox incluyen a Alex McLeish, Billy Davies, Frank De Boer y otros entrenadores que ya fueron mencionados cuando se marchó Ally McCoist.
🗓️ (11/02/2016)

Redacción Escocia
