Es hora de disfrutar. La etapa de Arteta en el Arsenal ha venido marcada por una palabra: ‘PROCESO’. El técnico español firmó por el conjunto inglés con la condición de que le dejaran el tiempo necesario para poder establecer los cimientos de su proyecto, siendo consciente de que iba a ser una tarea que podía alargarse.
Cuando -en los inicios- las cosas parecían no funcionar, el lema que se acuñó desde el club y la afición fue el ‘Trust the Process’. O lo que es lo mismo: ‘paciencia, por favor’. La reconstrucción de un club como el Arsenal, y más siendo a todos los niveles, no solo no iba a ser sencilla, sino que tendría altibajos, costaría dinero y habría decisiones -como mínimo- polémicas. Lo único que se pedía era confianza, como si eso fuese sencillo tras los últimos años con Wenger y el año y medio de Emery.
No todo el mundo compró el concepto. Muchos lo utilizaron para faltar al respeto a los encargados, tachándolos de poco ambiciosos, de novatos y de no entender cómo se llevaba un club. Incluso, desde sectores como los analistas televisivos en los que convive gente que ha formado parte de un vestuario o un despacho de club.
Sabemos que en el fútbol nada sirve si los resultados en el campo no son los deseados, pero en cuanto Arteta tuvo en sus manos una plantilla más o menos reconocible, adaptada a su estilo y con un nivel -técnico y táctico- alto en la mayoría de sus jugadores, algo hizo ‘click’.
Desde esa temporada en la que el Arsenal acabó perdiendo su plaza de Champions League en las últimas tres jornadas, el crecimiento del equipo ha ido de la mano de la ambición de directiva y cuerpo técnico. Y con ello, la exigencia. La plantilla a la que le faltaba ‘madurez’ y ‘fondo de armario’ firmó jugadores procedentes del Manchester City -Gabriel Jesus y Zinchenko- y también sumó un baluarte defensivo como William Saliba.
Y, aunque el equipo acabó dejando ir el título en las últimas jornadas, demostró al mundo un nivel de fútbol, de regularidad y de madurez que pusieron el foco sobre el Emirates. ¿Sería cosa de una temporada? ¿Estaba el Arsenal preparado para el asalto al título por segundo año?
Como decía, la exigencia iba a llegar. Por rendimiento, nombres y fichajes, el Arsenal ya no es el ‘underdog’ en ningún lado. Todos los analistas ‘mainstream’ coinciden en señalar al proyecto como uno de los más excitantes del mundo del fútbol. El haber añadido a la mezcla jugadores de la talla de Declan Rice, Kai Havertz, Jurriën Timber (que se ha lesionado) o David Raya, solo ha hecho iluminar aún más al club.
Y ahora es cuando yo pienso que es momento de cambiar el ‘Trust the Process’ por el ‘Enjoy the Process’. Ya ocurrió la temporada pasada, de hecho, pero nos agarró a pie cambiado el rendimiento del club, por lo que el disfrute -que en mi caso fue pleno- siempre iba acompañado de un aura de ‘algo va a acabar fallando’. Sucedió al final, pero creo que todos fuimos conscientes -y quién no lo fuera, lo será- de que vivimos una temporada histórica. Por el cómo se dio y por la falta de previsión.
Así que, a pesar de la exigencia y de la ambición de ganar títulos, a mí lo que me apetece ahora es disfrutarlo a pleno. El Arsenal -mi Arsenal- está de vuelta. Ya no hay nada que nos retenga y aunque en el fútbol nunca 2+2 fueron 4, la realidad es que por juego, nombres, fondo de armario y situación del club, lo normal es que los Gunners sigan yendo en la dirección adecuada.
Luego la pelotita entrará o no, pero es innegable que es momento de recoger los frutos de muchos años de frustraciones. Nos lo hemos ganado los que hemos aguantado tanto.
👨💻 Juani Guillem
🗓️ (21/08/2023)