UN MERCADO PARA LA HISTORIA

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La Premier League volvió a batir su propia plusmarca -la del verano de 2023- y convirtió este mercado en el más caro de la historia: casi 3.500 millones de euros invertidos, unos 800 millones más que hace dos cursos. Con Liverpool y Arsenal como protagonistas, la media de gasto por club superó los €170 millones.

El periodo de fichajes arrancó con una novedad celebrada por los aficionados: por primera vez en años, la liga permitió inscripciones y traspasos hasta el 1 de septiembre, sin cerrar la ventana con el inicio del campeonato. Más días, más movimientos y más tensión en la competición que, temporada tras temporada, derrocha más que ninguna otra gracias a su incomparable músculo económico.

Entre todos, el Arsenal se erigió como el gran agitador del mercado. Con la necesidad de recortar distancias respecto a Liverpool y City, los de Arteta reforzaron casi todas las líneas. Incorporaron a Viktor Gyökeres como delantero de élite, robaron a Eberechi Eze al Tottenham en el último momento y sumaron a Noni Madueke para potenciar las bandas. En el centro del campo, Martín Zubimendi llega para ser el nuevo eje, acompañado por fichajes de rotación de nivel como Kepa, Christian Nørgaard o Cristhian Mosquera. Y, sobre la bocina, dieron el golpe final con Piero Hincapié para apuntalar la defensa.

El balance es demoledor: casi 300 millones de euros invertidos en un solo verano. Y, a diferencia de otros gigantes europeos, el Arsenal apenas registró salidas, lo que lo convierte en el club que más dinero ha destinado neto a reforzar su plantilla.

El Chelsea, siempre protagonista en estos escenarios, volvió a tirar de chequera. Aunque también soltó mucho lastre, hasta el punto de cerrar el balance con gasto neto positivo. Primero aterrizó João Pedro, pieza clave para conquistar el Mundial de Clubes en julio. Después se sumaron Jamie Gittens, Jorrel Hato, Liam Delap, Dário Essugo y un Estevão que llevaba tiempo firmado pero que recién ahora, con mayoría de edad, pudo incorporarse. El último en llegar fue Alejandro Garnacho, en una operación que se intuye más como un favor al United para aliviar su Fair Play, una práctica cada vez más habitual en Inglaterra. En paralelo, las salidas de Armando Broja, Nicolas Jackson, Christopher Nkunku, João Félix, Noni Madueke, Đorđe Petrović, Renato Veiga o Kiernan Dewsbury-Hall, entre otros, financiaron estas incorporaciones, dejando una inversión prácticamente nula.

Por su parte, Pep Guardiola acudió al mercado para renovar por completo sus bandas, su sala de máquinas e incluso la portería. Llegaron Rayan Cherki, Rayan Aït-Nouri, Tijjani Reijnders y James Trafford, aunque este último vio empañada su llegada por la incorporación de última hora de Gianluigi Donnarumma. En el capítulo de bajas, se despidieron James McAtee, Máximo Perrone y Yan Couto, además de los casos más sonados: Kevin De Bruyne, Jack Grealish, Ederson e İlkay Gündoğan.

En el lado rojo de Mánchester, Rúben Amorim tenía claro que necesitaba una delantera nueva. Y la consiguió. Benjamin Šeško, Bryan Mbeumo y Matheus Cunha llegaron para resolver los problemas ofensivos de los Red Devils. En las salidas, destacaron las de Victor Lindelöf, un Marcus Rashford que busca nuevos aires en España, y los adioses finales de Garnacho y Antony. Además, el portero Senne Lammens fue incorporado para presionar a André Onana, cuya irregularidad sigue sin convencer. Pese al elevado gasto, la sensación es que al Manchester United aún le queda mucho por reconstruir en los próximos mercados.

El campeón no se cortó a la hora de tirar de chequera para reafirmar su candidatura y defender su corona. ¿Se marcha Alexander-Arnold? Jeremie Frimpong. ¿Baja el nivel de Robertson? Milos Kerkez. ¿Faltaba pólvora arriba? Florian Wirtz y Hugo Ekitike, aunque eso significara dar salida a un Luis Díaz cuestionado por su actitud tras la muerte de Diogo Jota. Por el camino, el club perdió a Jarell Quansah y mandó a Darwin Núñez a Arabia.

El gran culebrón del verano, sin embargo, tuvo nombre propio: Alexander Isak. Su fichaje se resolvió en el último día de mercado tras semanas de tensión y lo convirtió en una de las operaciones más caras de la historia: 150 millones de euros, récord absoluto en la Premier League. Lo curioso es que el récord anterior también lo había roto el Liverpool unas semanas antes con la llegada de Wirtz. En total, los reds se gastaron cerca de 500 millones de euros, firmando un verano histórico en cifras.

El Newcastle, por su parte, protagonizó un mercado tan extraño como meritorio. Pasó todo el verano sin director deportivo y, aun así, logró cerrar incorporaciones de peso pese a convivir con el culebrón Isak, en huelga para forzar su salida al campeón. Los magpies reforzaron posiciones clave con Anthony Elanga en ataque, Malick Thiaw en defensa y Aaron Ramsdale para competir con Nick Pope en la portería. También sorprendieron con el fichaje de Jacob Ramsey, arrebatándoselo a un rival directo en la lucha por Europa.

Y para cubrir la inminente salida de Isak, sumaron alternativas en la delantera: Nick Woltemade y Yoane Wissa, firmados en las últimas horas de mercado. En el capítulo de bajas, se marcharon jugadores históricos como Sean Longstaff, Callum Wilson, Martin Dúbravka o Matt Targett, piezas que marcaron una etapa y que dejan paso al nuevo proyecto.

Si hay unos hinchas felices, son los del Tottenham. Campeones de Europa League y clasificados a Champions, aunque en liga quedaron a deber. Levy reaccionó tirando la casa por la ventana.

El club renovó al Cuti Romero, dándole galones de líder. Firmaron a João Palhinha para el equilibrio, a Xavi Simons para la creación y a Mohammed Kudus para la llegada. También amarraron a Mathys Tel en propiedad y, sobre el cierre, cerraron a Kolo Muani. La salida de Son dolió, pero el ataque luce temible y el equipo, compensado.

En el Forest, la guerra Marinakis–Nuno sigue abierta. El técnico se quejaba de los fichajes. El dueño filtraba dudas sobre su continuidad. Pero al final, hubo refuerzos. Y el equipo volverá a jugar en Europa. Llegaron Omari Hutchinson (gran año en Ipswich), Dan Ndoye (Bolonia) y Arnaud Kalimuendo (perla francesa). También James McAtee, que se va de la sombra de Guardiola para crecer en Premier. Douglas Luiz regresa tras su paso por Turín, junto al joven Nicolò Savona.

Desde el Botafogo campeón de América desembarcaron tres: Igor Jesús, Jair Cunha y Cuiabano, este último firmado en el último día. Igual que Oleksandr Zinchenko y Dilane Bakwa (Estrasburgo), que generó ilusión.

El que podía haber hecho más es el Aston Villa de Emery. Las salidas de Jacob Ramsey y Leon Bailey pegan fuerte en un equipo que apenas firmó a Evann Guessand y recogió a un Lindelöf libre. Sobre el cierre maquilló con los fichajes de Jadon Sancho y Harvey Elliot. El Dibu Martínez se quedó, pese a buscar salida y rozar el United. Arabia aún podría tentarlo.

El Bournemouth tuvo que rehacer su defensa casi entera. Perdió a Dean Huijsen, Milos Kerkez y Illya Zabarnyi, además de Dango Ouattara. Con los más de 200 millones recaudados, los Cherries apostaron por juventud: Adrien Truffert, Ben Doak, Bafodé Diakité, Álex Jiménez, entre otros. También reforzaron el arco con Đorđe Petrović, libre del Chelsea.

El destino de Dango Ouattara fue el Brentford, su fichaje estrella tras perder a Yoane Wissa rumbo al Newcastle. Allí también aterrizó Antoni Milambo desde el Feyenoord y regresó un clásico de la Premier: Jordan Henderson.

El Brighton es una incógnita. Tiró fuerte para fichar al griego Charalampos Kostoulas por más de 30 millones. También llegó el belga Maxim De Cuyper, un fichaje muy “estilo Brighton”, para formar una banda izquierda temible con Mitoma. A ellos se sumó Olivier Boscagli, libre, para darle solidez a la zaga. En salidas, destaca la marcha de João Pedro, además de dos promesas como Evan Ferguson y Julio Enciso, que no acabaron de explotar. También se fue Pervis Estupiñán rumbo al Milan.

El Burnley se convirtió en aliado del Chelsea para reforzarse y luchar por la permanencia. Aterrizaron Armando Broja, Bashir Humphreys y Lesley Ugochukwu como piezas clave. También llegaron Loum Tchaouna y Quilindschy Hartman. La baja más sensible fue la del portero Trafford, pero el club reaccionó con los fichajes de Martin Dúbravka y el joven alemán Max Weiß.

El Crystal Palace, vigente campeón de FA Cup, perdió a su estrella Eze. Para cubrirlo llegaron Yéremy Pino y Christantus Uche. En defensa sumaron al zaguero Jaydee Canvot, pensado como relevo de Marc Guéhi. El central inglés incluso llegó a pasar reconocimiento médico con el Liverpool y grabó un vídeo de despedida, pero el fichaje se cayó el último día. Todo apunta a que se retomará en un año.

El Everton aspira a algo más grande este año. O, al menos, a ser más ilusionante que en cursos anteriores (tampoco es difícil). A ello apunta Jack Grealish, que en su condición de cedido asegura haber vuelto a disfrutar del fútbol y parece haber encontrado nuevo hogar. El movimiento maestro fue Tyler Dibling, acompañado por las llegadas de Thierno Barry (desde el Villarreal) y Kiernan Dewsbury-Hall, en busca de minutos tras un paso gris por el Chelsea. En la otra cara, se marcharon veteranos de vestuario como Dominic Calvert-Lewin, Ashley Young o Asmir Begović.

Precisamente, Calvert-Lewin seguirá en la Premier tras acordar su fichaje por el Leeds. El equipo retorna a la máxima categoría y lo hace moviendo el mercado: firmó a Anton Stach, Noah Okafor, el rudo Jaka Bijol, el portero Lucas Perri y al ex Newcastle Sean Longstaff, llamado a ser el nuevo jefe de la sala de máquinas.

Muy poco se movió el Fulham, aunque dio la campanada en el último día al fichar al brasileño Kevin por una cifra récord en su historia y sumar al ex Chelsea Tyrique George. Eso sí, perdió a un hombre importante como Andreas Pereira y ahora se aferra a la ilusión que genera la llegada del nigeriano Samuel Chukwueze.

El Sunderland vuelve a la Premier League después de muchos años y en sus oficinas no quieren ni oír hablar de Championship. Quizás por eso se han puesto las pilas. Habib Diarra, que sonó para equipos grandes, es la gran perla de este mercado. A él se suman Simon Adingra, Enzo Le Fée, Bertrand Traoré o la promesa Chemsdine Talbi, además del regreso de Granit Xhaka a la Premier y de hombres con poso como Omar Alderete, Nordi Mukiele o Reinildo Mandava. Sobre la bocina llegó también Brian Brobbey, pura potencia neerlandesa que puede encajar perfecto en Inglaterra. Eso sí, tendrán que cubrir el hueco que deja Jobe Bellingham.

El West Ham perdió medio campo con las salidas de Kudus y Edson Álvarez, pero en Londres respondieron con Mateus Fernandes (descendido con el Southampton), El Hadji Malick Diouf y Callum Wilson. Poco movimiento para un equipo hammer que parece vivir otro año de transición.

Doloroso mercado para los Wolves, que no pudieron retener a Matheus Cunha ni a Aït-Nouri, sus jugadores más diferenciales. Se quedaron en propiedad con Jørgen Strand Larsen, hasta ahora cedido, y sumaron a Jhon Arias, estrella colombiana. También llegaron Fer López, joven del Celta con mucho potencial, y el nigeriano Tolu Arokodare.

Sea como sea, la Premier nunca decepciona. Se reinventa cada temporada, rompe registros y experimenta nuevas fórmulas en el campeonato que más dinero mueve del mundo.

✍️ Diego García Argota

💻 Juani Guillem

🗓️ (07/09/2025)

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