Se terminó una nueva edición de la Premier League. El Liverpool conquistó el título por segunda vez en su historia, e igualó al Manchester United como el club con más ligas inglesas: 20 en total. En BRITmanía Radio repasamos lo más destacado de una temporada inolvidable, junto a nuestros colaboradores y los protagonistas que marcaron el pulso del campeonato.
Mejor equipo: Liverpool. Engrasó pronto todas sus piezas para desmarcarse del resto y recuperar el cetro de campeón. Es cierto que el Manchester City firmó una temporada para el olvido y que al Arsenal aún le falta ese puntito final para competir de verdad por el título. Pero los de Anfield no dieron opción a nadie: fueron campeones virtuales con varias jornadas por disputar.
Mejor entrenador: Arne Slot. No es sencillo aterrizar en un proyecto nuevo y cumplir. Klopp dejó el listón altísimo. Y Slot, sin ser un técnico de la élite mediática, fue muy cuestionado el verano pasado por el desafío que asumía. Sin embargo, ha sabido ser continuista, aportando su toque, y se ha metido en el ramillete de entrenadores top de la temporada.
Mejor jugador: Mo Salah. Solo la mala fortuna del sorteo de Champions -emparejando al Liverpool con el PSG- lo aleja del Balón de Oro. En el momento en que más dudas había sobre su futuro, el egipcio respondió con su mejor versión. Entre goles y asistencias, generó casi 60 intervenciones directas. Sobran las palabras.
Jugador revelación: Ryan Gravenberch. El timón del campeón. Desde la marcha de Fabinho, el Liverpool había perdido músculo en la medular, pero encontró en el neerlandés la horma perfecta. Gravenberch destruye, crea y acompaña. Con solo 23 años, se ha convertido en el ancla de Anfield. Ha encontrado un lugar para liderar… y echar raíces por una década.
Equipo revelación: Nottingham Forest. “Ya caerá el Forest”, decían en la jornada 5. Y en la 10. Y en la 15. Así hasta la última. Pocos los tenían en el radar para la pelea europea, pero el equipo resistió con espíritu numantino, rascando puntos al más puro estilo de Robin Hood: incomodando a los más ricos y haciendo sonreír a los que tienen un poco menos.
Entrenador revelación: Nuno. Quien diga que imaginaba al Forest peleando por entrar en Champions hasta la última fecha… miente. Un equipo que el curso pasado luchó por no descender, este año se mantuvo en zona de honor jornada tras jornada. Nuno supo potenciar a sus jugadores y encajar nuevas piezas sin grandes nombres, pero con mucho compromiso. El resultado, una campaña inolvidable.
Jugador decepción: Mykhailo Mudryk. Hay que recordarlo, aunque esté en paradero desconocido. Cada temporada parece dar un paso más hacia el abismo. Su primer año fue flojo, con excusas de adaptación, la invasión en su país y el precio de su fichaje. Pero hoy está directamente sancionado por consumo de sustancias prohibidas. Difícil caer más bajo.
Equipo decepción: Manchester United. Ni siquiera el nombre impone ya. Tanto United como Spurs se salvaron por inercia… o por la falta de nivel de otros. Con tres equipos indignos en esta Premier, evitar el descenso no fue mérito. Nada funciona en Old Trafford desde que se fue Ferguson, y cada temporada parece escarbar más hondo en la crisis.
Entrenador decepción: Rúben Amorim. Sí, heredó un caos. Y sí, el equipo venía de Erik ten Hag. Pero tras tanta insistencia en su fichaje, el rendimiento fue un desastre. En algunos partidos, el interinato de Ruud van Nistelrooy pareció más competitivo. Con su primera pretemporada por delante y el mercado de verano a disposición, tiene mucho que demostrar… si quiere revertir su imagen.
Mejor joven: Archie Gray. Aterrizó en los Spurs con 18 años para aprender desde la sombra. Pero el año aciago del equipo y la plaga de lesiones lo lanzaron al ruedo antes de tiempo. Jugó más de lo esperado y en puestos que no eran los suyos… y no desentonó. Lo tiraron a los leones, y respondió como un veterano. El futuro ya llegó.
Mejor fichaje: Mikel Merino. Firmó para ser interior, terminó rindiendo de pivote… y hasta de falso 9 cuando Arteta lo necesitó. Polivalente, fiable e inteligente. Era el supuesto eslabón débil cuando todos estuvieran sanos, pero se volvió imprescindible. Un fichaje de campeonato.
Momento favorito: Jamie Vardy se despide. Se va la gran leyenda del Leicester. El hombre que desafió la lógica y ganó una Premier con los zorros dice adiós. El último baile no fue soñado, pero su historia ya es eterna. Vardy fue leal, fue letal y fue uno de los nuestros.
✍️ Adrián Bernárdez:
Mejor equipo: Nottingham Forest. Pasaron de ser el peor de los que se quedan a pelear por Europa hasta el último día, dependiendo de sí mismos. Lo dieron todo. Nuno exprimió al máximo un plantel que no estaba preparado para semejante salto. Solo su propia realidad -la falta de fondo- los dejó fuera. Cayeron por agotamiento, no por falta de ambición. La próxima temporada, el Forest volverá a Europa.
Mejor entrenador: Eddie Howe. Volver a meter al Newcastle en Champions es noticia. Lo hizo con lesiones graves, sanciones inoportunas y recuperando jugadores que parecían fuera del mapa. Jason Tindall también está en ese cuerpo técnico que resistió la tormenta. Marzo y abril hicieron soñar con el subcampeonato. Mayo, simplemente, recordó los límites. Pero lo de Howe ya es sello de élite.
Mejor jugador: Mo Salah. No hay debate. El mejor, y a mucha distancia. Goleador top, asistente letal y MVP del campeón. Salah ha vuelto a ser Salah justo cuando más se dudaba. Temporada monumental para sellar su legado. Y todo esto… con el título en la mochila.
Jugador revelación: Dean Huijsen. Pocas irrupciones tan fulminantes se recuerdan. De ser el tercer central del Bournemouth a convertirse en el primer zaguero de la Selección Española en menos de nueve meses. Ya no lo veremos a corto plazo en la Premier League, pero esta temporada queda para decir con orgullo: “Yo vi jugar a Dean Huijsen”. Y eso no lo podrá decir cualquiera.
Equipo revelación: Brentford. Tras varias temporadas consolidándose en la Premier, este año han merodeado Europa. Sin fichajes bomba, sin focos. Con talento joven captado donde nadie mira y un ataque temible. Lo que ha construido Thomas Frank en el G-Tech Community Stadium invita a soñar en grande. El Brentford dejó de ser sorpresa: es un proyecto serio.
Entrenador revelación: Vítor Pereira. No es nuevo en estas lides. Cuando algunos aún usaban pañales, él ya dirigía equipos campeones de Europa. Pero seamos sinceros: con el historial reciente del Wolverhampton en el banquillo, las esperanzas eran escasas. Sin embargo, Vítor tomó el timón, soltó a Matheus Cunha con total libertad y armó un equipo que sigue siendo entretenido con la pelota, pero mucho más serio sin ella. Seguro Emmanuel Agbadou algo tiene que ver, pero el arquitecto del nuevo Wolves es Pereira.
Jugador decepción: Phil Foden. De MVP de la Premier League a gran decepción en solo un año. La baja de Rodri pareció afectarle más que al resto, y su temporada, si bien numéricamente correcta (7 goles, 2 asistencias), está lejos del nivel que se espera del “mejor jugador” de la 2023/24. Foden se diluyó cuando más se le necesitaba. A veces el peso de la etiqueta es más difícil de cargar que el propio balón.
Equipo decepción: Manchester United/Tottenham Hotspur. No me he podido decidir. Ambos gigantes fueron protagonistas de una lucha inesperada… por evitar el bochorno. Si no fuera por el descalabro del West Ham, estaríamos hablando de una verdadera zona roja de élite. Se bajaron de la Premier demasiado pronto para enfocarse en Europa -y tampoco es que allí brillaran-. ¿“Tanking” intencional? Quizá sea hora de que la Premier revise estas tácticas dignas de NBA.
Entrenador decepción: Pep Guardiola. Si alguien podía enderezar el barco del Etihad, era él. Pero este año, ni rastro del genio táctico. Guardiola asistió, en butaca preferencial, a la lenta demolición de su propio legado. Se le escapó el control, el discurso, el equipo. Lo bueno de los ricos es que, cuando caen, el suelo está más acolchado. Pero caída al fin.
Mejor joven: Liam Delap. El hijo pródigo del City se fue a buscar minutos y encontró carácter. Kieran McKenna lo rescató del ostracismo y le dio las llaves de un Ipswich partido en dos. 12 goles en un equipo que dejó de competir tras Navidad, pero que encontró en Delap algo más que goles: orgullo y supervivencia. Agua en el desierto.
Mejor fichaje: Emmanuel Agbadou. Nombre de artista, impacto de líder. Cambió por completo la narrativa del Wolverhampton. Con él, se dejaron de contar errores y se empezaron a contar goles de Cunha. Dio orden, temple y presencia. El central que nadie pidió pero todos necesitaban. El alma secreta del nuevo Wolves.
Momento favorito: La FA Cup del Crystal Palace. Hay momentos que son imposibles de reducir a una imagen. El camino del Palace hacia la final, el morbo del rival, las declaraciones de Glasner en aquel duelo liguero… Eze, Muñoz, Mateta y un equipo que tocó el cielo sin despegar los pies del suelo. El sur de Londres aún no despierta de ese sueño. Y quién querría hacerlo.
🗓️ (29/05/2025)
Redacción Premier League
