BOURNEMOUTH, EL CLUB QUE NORMALIZA LOS MILAGROS

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El Bournemouth de Andoni Iraola fue, junto al Nottingham Forest, uno de los equipos sensación de la Premier League 2024/25. Este año, sin embargo, parece haber perdido ese aura… pero no por una caída de nivel, sino porque ha “normalizado” algo extraordinario: competir de tú a tú en la mejor liga del mundo siendo el club con menor capacidad de estadio y una de las ciudades más pequeñas -solo comparable al Burnley- de toda la Premier League.

Para dimensionar al Bournemouth, siempre conviene recordar el caso reciente del Luton Town. Todos nos maravillamos con su cuento de hadas, romantizamos su llegada a la élite y convertimos en mito que Liverpool, Manchester City o Tottenham tuvieran que jugar en Kenilworth Road, que Haaland entrara por un vestuario pegado a una calle o al patio de una comunidad de vecinos. Pero, ¿es tan distinta la historia del Bournemouth?

El Vitality Stadium, más moderno que Kenilworth Road, no debería distorsionar la magnitud de lo que representan los Cherries. Incluso, tiene menos capacidad que el estadio donde el Luton fue local. Sin desmerecer el doble ascenso de los Hatters -yo también deseaba su permanencia- su paso fue tan vertiginoso como efímero. En cambio, el Bournemouth protagonizó un ascenso meteórico desde la cuarta categoría (League Two) hasta la Premier League en apenas seis temporadas. Y desde su llegada en la 2015/16, solo ha faltado un año a la élite.

Varias generaciones recordarán a los Cherries como un clásico moderno de la Premier League. Un club pequeño, sí, pero con una historia reciente tan improbable como admirable.

Entonces, ¿cómo puede un club de una dimensión tan pequeña sostenerse en la élite? Para empezar, hay que reconocer la gestión inicial de Maxim Demin, quien adquirió una parte importante del club en 2011 y, con el tiempo, se convirtió en su propietario principal. Fue él quien estabilizó al Bournemouth en plena crisis financiera. Más recientemente, la llegada de Bill Foley ha mantenido esa línea continuista. Filosofía clara, identidad fuerte con la ciudad y la afición, y un modelo financiero coherente. Todo ello ha permitido que los Cherries tengan un suelo competitivo sólido, una estructura moderna y que, además, se hayan convertido en un destino atractivo para futbolistas en busca de oportunidades para crecer.

Pero si hablamos de factores visibles sobre el césped, hay dos nombres que explican buena parte del milagro: Eddie Howe y Andoni Iraola. La cara del Bournemouth en la Premier League se entiende, sobre todo, desde el banquillo.

Eddie Howe es, probablemente, la figura más importante en la historia del club. Estuvo presente en todo ese viaje que llevó al Bournemouth desde League Two hasta la Premier League. Con solo 31 años tomó el equipo en 2008 y logró una permanencia histórica en una temporada que comenzó con ¡17 puntos de sanción!. En la élite consiguió convertir a los Cherries en un equipo estable desde la 2015/16 hasta su descenso en la 2019/20. Casi siempre como el club con menor presupuesto de la categoría.

Bajo su mando, muchos futbolistas elevaron su nivel de forma inimaginable -Adam Smith es un ejemplo perfecto- y generó un vestuario sano, unido y con una conexión genuina con la grada. En los pocos conflictos que hubo, como el caso Ryan Fraser, el tiempo terminó dándole la razón. No sorprende que, tras dejar Bournemouth, haya consolidado un nombre de peso en un club de mayor dimensión como el Newcastle.

La etapa de Eddie Howe no terminó con un lazo perfecto: se marchó el 1 de agosto de 2020 tras el descenso del club. Sin embargo, apenas 365 días después, el equipo del sur de Inglaterra ya volvía a pensar en cómo competir otra vez con los grandes. En ese periodo merece una mención especial el extraordinario trabajo de Gary O’Neil, que logró la permanencia en la temporada 2021/22 con una plantilla muy limitada, señalada como gran candidata al descenso en todas las casas de apuestas. Tal vez no fue el Bournemouth más vistoso ni el más carismático, pero esa salvación abrió la puerta a la llegada de Bill Foley, actual propietario mayoritario.

Foley no perdió la cabeza. Modernizó la academia, las instalaciones de entrenamiento y el estadio, consciente del tamaño diminuto de la marca Bournemouth en comparación con casi cualquier club de la Premier. Desde el primer día asumió riesgos, incrementó la inversión en fichajes y apostó por una filosofía clara sin traicionar la esencia del club. Y dentro de ese plan, decidió jugársela con Andoni Iraola.

Para la temporada 2023/24, un nuevo inquilino se sentaba en el banquillo: Andoni Iraola. Una apuesta arriesgada, no por su nivel -venía de etapas brillantes en Mirandés y Rayo Vallecano, un club seguramente muy similar al Bournemouth-, sino por el desafío de adaptarse a otra liga. Su inicio no fue fácil. De hecho, estuvo cerca de ser destituido y salvó su puesto el 28 de octubre de 2023, con una victoria agónica ante el Burnley, dos meses después del comienzo del campeonato.

En las últimas temporadas, el Bournemouth se ha convertido en un auténtico proveedor para los gigantes europeos. Ha cerrado ventas enormes: Arnaut Danjuma en su momento, luego Dominic Solanke, y recientemente tres nombres de talla mundial como Dean Huijsen (Real Madrid), Illya Zabarnyi (PSG) y Milos Kerkez (Liverpool). Un dato que lo dice todo: solo por estos tres últimos futbolistas, los Cherries ingresaron cerca de €172 millones. Un éxodo así, en la mayoría de los clubes de su tamaño, sería devastador: derrumbe deportivo, pérdida de identidad o un giro brusco en la propuesta de juego.

Pero la realidad es justamente lo contrario. En esta temporada 25/26, el Bournemouth ha vuelto a ser un dolor de muelas para cualquiera. Se impuso en el Tottenham Hotspur Stadium, alimentando la leyenda de “mata gigantes”, y sigue metido de lleno en la pelea por puestos europeos. Y quizá lo más revelador no es su posición en la tabla, sino la naturalidad con la que ya vemos estos logros.

Porque no abre portadas, no es la gran historia romántica que se comenta en los pubs, ni el milagro inesperado del Football Manager. El Bournemouth se ha convertido en un club estable, sostenible y perfectamente reconocido en su dimensión. Y eso es mérito de una estructura seria y de dos entrenadores que han marcado época: Eddie Howe y Andoni Iraola.

A partir de esa base, el Bournemouth nos ha malacostumbrado: lo que para cualquiera sería un milagro, para ellos ya es rutina.

✍️ Víctor Furones

💻 Juani Guillem

🗓️ (04/12/2025)

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Redacción Premier League

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